El Alto, 17 de diciembre (Grecia Torrez, Urgente.bo).- Cada jueves y domingo, en la zona 16 de julio, entre las calles Arturo Valle y Fournier, abunda la venta ilegal de animales, perros y gatos en su mayoría. Este comercio ha creado e intensificado un conflicto entre vecinos, comerciantes y ambulantes. La tensión es evidente y el comercio parece boyante. En medio de eso, los vendedores de diferentes especies de animales han abierto un nuevo mercado, esta vez ubicado en plena avenida Juan Pablo II.

El nuevo mercado de animales ocupa al menos una cuadra de la avenida Juan Pablo II, en el carril de ida hacia la UPEA. Cientos de personas se instalan cada jueves y domingo para comercializar animales que son exhibidos en brazos de los vendedores, en caja incómodas o en bolsas de plástico.

En la calle Arturo Valle, conocida como “la calle de los perros” donde el comercio de animales comienza desde las 5:00 de la madrugada, vecinos y comerciantes llevan una relación tensa. Aquellos hacen estallar petardos y buscan ahuyentar a los ambulantes que se concentran en este sector. Debido a esta situación, la avenida Juan Pablo II esquina Fournier se ha convertido en el nuevo mercado de venta de perros, gatos y animales silvestres que son comercializados sin ningún control y en estados precarios.

mercado.perros.jpg

“En las madrugadas vienen y quieren vender los perros que roban de las casas, así quieren ganar plata. Los pobres perros están sucios y sin comer, cuando son de raza los cruzan y vienen a vender, eso nos molesta, por eso salimos a botarles de la calle”, menciona Ana Mamani, vecina de la calle Arturo Valle.

La Asociación de comerciantes “San Roque” indica que los únicos autorizados para este rubro son sus afiliados; mientras que los vecinos se encuentran molestos por la venta general de animales que existe en esta zona: “Nosotros como Asociación tenemos normas para la venta de los perritos, tienen que tener sus vacunas y sus controles, no vendemos así por así. Esos ambulantes no tratan a los animalitos como es debido, como sea los vienen a vender y todavía quieren apropiarse de la calle”, indicó AA, un afiliado a la Asociación de comerciantes “San Roque”.

El pasado 15 de octubre, efectivos de la Policía Forestal y de Protección al Medio Ambiente (Pofoma), la Intendencia Municipal, Guardia Municipal y Zoonosis de El Alto rescataron 72 perros y ocho gatos que estaban a la venta en la zona 16 de julio, calle Arturo Valle. Después de aquello no hubo más intervenciones hasta la fecha lo que dio paso a que los ambulantes de animales vuelvan a la comercialización de los mismos y busquen ampliar el territorio de venta.

“Hicimos algún operativo junto a Pofoma, porque no solamente se trata de animales domésticos de compañía, como perros y gatos, sino que hay también otros animales de consumo e inclusive silvestres. Entonces, se ha hecho ya hace unas tres semanas un operativo grande en donde se ha logrado decomisar un importante número de animales”, mencionó el responsable del Área de Zoonosis de la Alcaldía de El Alto, Miguel Ángel Quispe.

Además, las incautaciones y operativos en esta zona se realizan de manera sorpresiva para dichos ambulantes. “Lastimosamente la gente entiende que es su derecho incurrir en esto, hay ambulantes que no son parte de la asociación y hay vendedores de las asociaciones que están bajando ahí (Av. Juan Pablo II), supongo que para tener una mejor venta”, explicó Quispe.

DOS ASOCIACIONES LEGALES

La Ley N°700 “para la Defensa de los animales, contra actos de crueldad y el maltrato” establece que todos los animales deben ser protegidos contra todo tipo de violencia, maltrato o crueldad y establece sanción con privación de libertad de dos a cinco años y multa de 30 a 180 días, e incluso aumentar la pena si se trata de más de un animal maltratado.

La calle Arturo Valle tiene autorizadas dos asociaciones para la comercialización de animales domésticos: San Martín de Porres y San Roque, “Pusimos algunos anuncios con la ordenanza municipal vigente que prohíbe esta actividad, solamente se tiene autorizado dos asociaciones, pero están dos calles arriba (calle Arturo Valle) para la venta de animales”, indica el responsable del Área de Zoonosis, Miguel Ángel Quispe.

“Tienen que tener el cuidado necesario para que los animalitos, por ejemplo, estén con la alimentación y los líquidos necesarios durante la exposición. Además, obviamente el canil o el gatil en el que se encuentren tienen que estar también adecuadamente limpios; los animalitos deben estar vacunados y las personas tener un conocimiento en su manejo para que no los estresen ni los traten mal”; son algunos de los requisitos que deben cumplir los afiliados de las asociaciones autorizadas para la venta de animales domésticos, afirmó el responsable del Área de Zoonosis.

LOS ANIMALES RESCATADOS

Quispe advirtió que la tenencia y venta de animales silvestres está prohibida y sancionada por Ley. Los animales domésticos incautados en los operativos son dispuestos en adopción a través de los diferentes albergues que colaboran con esta causa previa coordinación con Zoonosis y Pofoma. “Hay algunas personas que presentan su documentación indicando que los canes son suyos y que no están a la venta y que solamente los trajeron de paseo, entonces, como que hay ese tipo de reclamos y obviamente se recupera una vez presentada la documentación que acredite que son los propietarios”.

mercados.perros.jpg

La envidia de unos comerciantes contra otros

Los vecinos que viven en las proximidades de la calle Arturo Valle, que es parte de la feria 16 de julio, se muestran molestos por el accionar de los afiliados de las dos asociaciones. Revelan que se ha despertado la “envidia” de ellos hacia la venta de los ambulantes ya que en la nueva feria hay mayor afluencia de compradores. “Ellos mismos hacen quitar, ellos mismos hacen botar y después a sus hijos mandan a vender a ese lado” comentó Victoria F., vecina de la zona.

Algunos de los compradores llevan en sus yutes cuatro a cinco canes. Charly asegura que los “revendedores” compran perros hasta en mitad de precio para después venderlos al doble del mismo en otros puntos. Un animal puede costar mil bolivianos, lo compran en 500 y lo revenden en otras ferias hasta en 1.500 bolivianos y “si alguno de los ambulantes te dice que el animalito tiene vacunas, lo más probable es que haya comprado la tarjeta o que ellos tienen veterinarias, que por la 16 hay varios”.

Un caso alarmante en esta feria es la procedencia de estos animales. “Los han botado a los ambulantes porque los vendedores son ladrones que vienen a vender lo que han robado, por eso en esta esquina (Esquina Arturo Valle y Fournier) hay varios robos en días de feria. Si tú vas a esa nueva feria ves que la mayoría tienen rostro de maleantes” mencionó Charly F., vecino de la zona.

Esta nueva feria es referente cuando un animal doméstico ha desaparecido, los que la visitan también son dueños preocupados por sus compañeros caninos o felinos.