A mediados del penúltimo mes del 2024, y con información recopilada de bancos centrales e institutos de estadísticas nacionales (con excepción de Venezuela cuyas cifras se sacaron del Observatorio Venezolano de Finanzas) respecto a la inflación observada de este pasado mes de octubre, se evidencia que las economías más inflacionarias de Sudamérica son Argentina y Venezuela, con datos mensuales de 2,70% y 9,6% respectivamente. Argentina, ha roto la barrera del 3% mensual, y ha bajado también sus índices inflacionarios acumulados y anuales respecto a los datos de septiembre, pero a un precio social elevado, donde el coste de vida sigue siendo muy elevado para la mayoría de sus habitantes.
BOLIVIA, sigue ocupando el 3er lugar como el país más inflacionario de Sudamérica, y con seguridad de toda Latinoamérica. Esto debido a que sus indicadores inflacionarios tanto mensual, acumulado y a 12 meses (anual) han crecido respecto a septiembre. De hecho, la inflación de octubre es 21 veces más grande a lo registrado en enero, y la inflación acumulada de enero solo representa el 1% de lo observado en octubre de este año. A diferencia de Argentina, nuestra inflación tiende a crecer de manera sostenida, alimentada por la escasez de dólares y su elevado precio en el mercado negro, pero tambien por conflictos políticos y sociales, que dieron lugar a bloqueos de carreteras el mes pasado, con consecuencias aún más inflacionarias en desmedro de nuestra economía.
A corto plazo, es más probable que sigamos manteniendo este 3er puesto en inflación regional, lo cual no quiera decir que no pueda ser peor, es decir que siga aumentando la misma en nuestra economía. Mientras no se tomen medidas estructurales, sobre todo en el área fiscal, que corrijan las distorsiones cambiarias, comerciales, monetarias, entre varias, continuará persistiendo la devaluación de nuestra moneda, como la perdida de su poder adquisitivo. El desabastecimiento de carburantes, escasez de dólares y la inflación son el resultado de un déficit público crónico y sostenido, y mientras no se combata el origen, cualquier acción para mejorarlas será poca efectiva y sostenible a largo plazo.
Ya se han superado las proyecciones y metas tanto nacionales como internacionales respecto a la inflación de este 2024, inclusive rompiendo récords históricos, ya que sus indicadores son lo más altos en los últimos 29 años. Se estima que esta gestión cerremos nuestra inflación anual con un 10% hasta 12%, la cual sería 6 veces más que la registrada el 2023. Sin embargo, más allá de nuestra posición en el ranking inflacionario de la región, lo que realmente preocupa es que ademas de tener una tendencia de suba de precios por temas fiscales y cambiarios, sobre todo, se sumaron tambien 24 días de bloqueo con un daño muy grave a la macro y micro economia, que se terminara de apuntalar con la inflación “navideña” (fiestas de fin de año), donde la gente gasta y consume más, añadiendo mayor presión inflacionaria, estimando que nuestra moneda llegue a devaluarse en un 60%.
10 DÍAS ES MUY POCO TIEMPO PARA ARREGLAR UN PROBLEMA DE MÁS DE 10 AÑOS.
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