Hace 67 años, Atilia Alarcón con el apoyo de un pequeño anafre a base de kerosén empezó un emprendimiento que ha subsistido hasta ahora. Fue fundado en el área de la Terminal de Buses de La Paz y ese negocio está vigente gracias a las enseñanzas que la señora Angélica adquirió de su mamá. Allí se puede disfrutar de un suculento sándwich de chola y una agradable taza de sultana.
“Desde ahí mi mamá ha empezado a hacer su sándwich de huevo, plata, pero mi mamá decía hay mucha competencia, fue entonces cuando surgió la idea de comenzar a preparar con ‘chanchito’ y cuando la Aduana y el cuartel se fueron, empezó la popularidad de este negocio”, cuenta la casera de sándwiches de chola más rico de este sector de la ciudad de La Paz.
Hasta el lugar llegan los choferes y se iban rápidamente al puesto de la señora a disimular el hambre con un sándwich. “¡Ay, qué ricos tus sandwiches casera! ¿Cómo lo haces?” manifestaban continuamente las personas que visitaban el sitio.
Por muchos años, el negocio no tenía un nombre. De hecho los clientes fueron quienes dieron la idea. La señora Angélica recuerda que uno de los caseros le manifestó que el puesto de sandwiches se llame La Sultanita.
“Es que dijeron que el sabor de la sultana que se prepara acá es único. La sultanita tiene harta canelita y clavo de olor”, recuerda la casera.
Y así el negocio creció más y aunque otras señoras hacían sándwiches de cerdo, en este puesto había un ingrediente particular, el amor. La dedicación puede verse desde sus deliciosos sándwiches de chola hasta el arduo trabajo que empieza a las 6 de mañana y termina a las 10 de noche. “Este es un trabajo, alma, corazón y vida”
El pasado 20 de octubre se cumplió el anhelo de la señora Atiliana que “su puesto sea condecorado”. El sueño se hizo realidad, con la condecoración entregada por el alcalde de La Paz, Iván Arias
¿Cómo ha sido posible aquello? Uno de los concejales de La Paz es cliente desde que es joven, y él tuvo la iniciativa de alentar la postulación. La familia de la señora Atiliana presentó todos los requisitos y se logró.
“El 5 de octubre era el cumpleaños de mi mami y nosotros esperábamos la respuesta positiva (...) la alcaldía llamó diciendo que la condecoración va. Y fue una gran alegría. La familia está segura de que este reconocimiento fue a la dedicación, el buen trato y sobre todo el cariño que dan a cada cliente.
“Sin cariño no salen bien las cosas”, manifiesta la señora Angélica, que cuenta que durante la gestión del exalcalde de La Paz Luis Revilla, “hemos ganado los concursos a las cholas de Calacoto, a las cholas, de los mercados de la zona sur”.
La partida de la señora Atiliana, la fundadora del negocio, dejó una enorme en el corazón de sus hijas, pero los clientes las apoyaron y les expresaron que debemos salir adelante, porque ella dejó muchas lecciones de amor.
Una de ellas es que los bolivianos no han sido los únicos que probaron los sándwiches de chola porque “La sultanita” también llegó a Suecia. “Allá tres hermanos radican ya hace 20 años”. Cuentan que la señora Atilia fue hasta ese país vestida de chola y participó de una actividad de gastronomía boliviana. Con la ayuda de su nuera que vivía en Cochabamba, que le envió la carne de cerdo, prepararon el sandwich sabroso. “Han disfrutado allá y hasta el rey había comido allá”, cuenta con mucho orgullo la señora Angélica.
///