La Paz, 27 de mayo (Infobae).- En el país gobernado por Nicolás Maduro hay 34% de pobres recientes que antes pertenecían a la clase media. Según los investigadores y sólo el 19% de la población no es pobre.
Un artículo publicado por el diario venezolano El Nacional expone la grave situación a la que se enfrentan los venezolanos a la hora de adquirir alimentos que son claves para el sano crecimiento de los niños.
Según los datos de 1.488 encuestas de percepción realizadas a personas de entre 20 años y 65 años de edad, el ingreso del 87% de los hogares del país no alcanza para comprar los alimentos básicos para la dieta diaria. Es decir que 9 de cada 10 venezolanos no pueden comprar comida.
Los ponentes del LXII Congreso Venezolano de Puericultura y Pediatría celebrado en el hotel Eurobuilding de Caracas, afirmaron que las fuentes de proteína animal están ausentes de la dieta diaria y que esto explica el incrementos de la mortalidad infantil y neonatal
"Esto habla del gravísimo deterioro que vivimos. 12,1% de la población no cuenta con las 3 comidas diarias. Estamos muy por debajo de los requerimientos calóricos. Y si hablamos de niños, 4 de cada 10 están malnutridos, sea por déficit o por exceso" afirma la investigadora Maritza Landaeta de la Fundación Bengoa.
Los especialistas afirman que el consumo de grasa marca la diferencia entre los estratos sociales y que la situación por la que atraviesa el país no tiene precedentes.
El 40%
de las compras se concentra en harina de maíz, arroz, pan y pasta y solo 5% accede a la leche, lo que significa una diferencia sustancial en los patrones de consumo habituales del país.En 2014, según el Instituto Nacional de Estadísticas de Venezuela, se registró una caída en el consumo de 53% de los alimentos. La investigadora explicó que no hay crecimiento sin ingesta de calorías y proteínas, lo que afecta directamente al potencial cognitivo de los niños.
La crisis en Venezuela alcanza a todos los estratos de la sociedad y afecta directamente la vida diaria de los habitantes del país. La Guardia Nacional de Venezuela tiene el control sobre la distribución de los alimentos y las largas filas de venezolanos en los mercados para obtener alimentos reflejan el problema cada día.
A la escasez de alimentos se suma también la de medicamentos que conforma una crisis sanitaria grave en el país bolivariano por la falta de insumos de primera necesidad y medicinas para tratamientos oncológicos, virales y para enfermedades congénitas, entre otros faltantes.
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