La producción de alimentos enfrenta una batalla constante contra los efectos del cambio climático, que afecta severamente los cultivos en todo el mundo. En Bolivia, esta realidad amenaza con reducir o incluso provocar la desaparición de la producción agrícola de muchas comunidades.

Para enfrentar este desafío, el programa Accesos Rural, de la Unidad Ejecutora Aprocam dependiente del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, trabaja en fortalecer a los pequeños agricultores y familias rurales en cinco departamentos del país, con el objetivo de garantizar la producción de ocho alimentos clave: tomate, papa, cebolla, zanahoria, haba, maíz, durazno y manzana. En otras palabras, garantizar la seguridad alimentaria con la prioridad de lograr la resiliencia climática.

“Accesos Rural es un programa financiado por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y ejecutado en coordinación con el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras. Su objetivo principal es apoyar a los pequeños productores, especialmente en la adaptación al cambio climático”, explica Justiniano Quispe, coordinador de la Unidad Ejecutora Aprocam.

RESILIENCIA CLIMÁTICA

En marzo del 2024 el país fue sacudido por lluvias que causaron estragos en los cultivos nacionales. Según datos del Gobierno, el fenómeno dañó más de 9.000 hectáreas de cultivos agrícolas, en siete de las nueve regiones de Bolivia (por inundación 4.223 hectáreas afectadas y 4.818 hectáreas afectadas por granizada). Un año atrás, en 2023 una sequía golpeó a siete de los nueve departamentos donde 200.000 familias resultaron afectadas

Ante este panorama, el programa Accesos Rural busca mejorar la capacidad de las comunidades rurales más vulnerables para adaptarse al cambio climático y superar sus efectos adversos. A través de proyectos en 35 municipios de los departamentos de Tarija, Potosí, Chuquisaca, Cochabamba y La Paz.

Accesos Rural fomenta la adopción de tecnologías agrícolas, como sistemas de riego tecnificado, carpas solares, invernaderos y obras de almacenamiento de agua para una mejor agricultura de ocho productos alimenticios.

“Queremos que los pequeños productores adopten tecnologías y prácticas que incrementan su resiliencia (ante los cambios climáticos). Para ello, financiamos sistemas de provisión de agua para riego, una necesidad crítica en regiones donde la escasez hídrica limita la producción agrícola”, detalla Quispe.

El financiamiento es compartido: el programa cubre el 70% de los costos, mientras que las comunidades aportan el 30%. Además, técnicos contratados trabajan directamente con las comunidades para priorizar las inversiones y formular los proyectos.

OCHO CULTIVOS ESENCIALES

El programa se enfoca en fortalecer la producción de alimentos básicos que tienen alta demanda en la dieta diaria de los bolivianos. “Son los pequeños productores que cultivan los tomates, cebollas, papa, zanahoria, haba, maíz, durazno y manzana que consumimos diariamente. Por eso, debemos priorizar políticas que respalden su trabajo y reduzcan nuestra dependencia de las importaciones”, señala la autoridad.

En línea con esta visión, el Gobierno implementó políticas de sustitución de importaciones, buscando disminuir el ingreso de productos extranjeros y fomentar la producción nacional. Estas no solo apoyan a los agricultores locales, sino que también promueven ingresos más estables para ellos. Y precisamente bajo este paraguas, Accesos Rural apoya a los pequeños productores con el fin de que contribuyan a la soberanía alimentaria.

“Hasta hace poco, los productos llegaban desde Perú. En los mercados, veíamos papas, tomates y cebollas peruanas. Sin embargo, con la política de sustitución de importaciones, estamos trabajando para cambiar esta situación y fomentar la producción local”, subraya.

IMPACTO DEL PROGRAMA

En 2024, Accesos Rural ejecutó 109 proyectos que beneficiaron a 3.613 productores en cinco departamentos, cubriendo aproximadamente 2.385 hectáreas. 

Entre las iniciativas destacadas, Quispe mencionó el uso de sistemas de bombeo fotovoltaico y mallas antigranizo en regiones como Tarija y Chuquisaca, que ya muestran resultados positivos.

“Nuestro compromiso es seguir trabajando por los pequeños productores más vulnerables del agro, garantizando que puedan producir alimentos sin problemas y adaptarse a los retos del cambio climático”, agrega Quispe.

PUNTEOS

• Operabilidad. El programa Accesos Rural opera en los departamentos de Tarija, Potosí, Chuquisaca, Cochabamba y La Paz, en un total de 35 municipios seleccionados.
• Proyectos. Implementación de sistemas de riego tecnificado, carpas solares, invernaderos y mallas antigranizo. Además de construcción de infraestructuras de provisión de agua para riego.
• Beneficiarios. Más de 3.613 pequeños productores fueron beneficiados hasta la fecha. Existen 109 proyectos ejecutados y en ejecución en la gestión 2024, cubriendo 2.385 hectáreas.
• Proyectos innovadores. En Tarija se implementó un bombeo fotovoltaico que optimiza el uso de energía para el riego. En San Lucas (Chuquisaca), se implementaron mallas antigranizo para proteger los cultivos de durazno.
• Próximos pasos. Para el 2025, el programa dará inicio a 64 nuevos proyectos, en un total de 12.000 hectáreas y para beneficio de 17.000 productores.

 

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