La Paz, 4 de abril (Urgentebo).- Bolivia, que ostenta desde el pasado sábado la presidencia de turno del Consejo Permanente, ha pedido incorporar el punto "institucionalidad en la Organización de los Estados Americanos" al orden del día de una sesión ordinaria convocada para mañana.
El primer punto de esa sesión es la intervención del canciller mexicano, Luis Videgaray, para presentar el tema central de la 47 Asamblea General de la OEA, que se celebrará en Ciudad de México entre el 19 y el 21 de junio.
El segundo iba a ser el informe semestral sobre la Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia, pero ahora este tema será tercero y lo precederá el punto incorporado por Bolivia.
En la solicitud no se explica más sobre el tema que se quiere debatir, pero llega después de que este lunes Bolivia (junto a Venezuela y Nicaragua) rechazara por "ilegal" y "golpe institucional" la sesión que se celebró en la OEA sobre la situación en Venezuela.
La de ayer fue una de las jornadas más tensas que se recuerdan en la OEA, que se inició a primera hora de la mañana cuando Bolivia dio el paso insólito de suspender unilateralmente una sesión convocada el viernes por la presidencia del Consejo, que entonces tenía Belice, a petición de 20 países.
Las naciones convocantes desoyeron la suspensión y celebraron la sesión con Honduras en la presidencia del Consejo, porque cuando no está el presidente (Bolivia), ni el vicepresidente (Haití), le corresponde al embajador que lleva más tiempo en la OEA, que es también el boliviano (Diego Pary), al que sigue en veteranía el hondureño, Leónidas Rosa.
Pary entró en la sala al poco de comenzar la sesión para lamentar que "un país amigo" (Honduras) asumiera "de manera golpista" e "ilegal" la presidencia del Consejo", y dijo que "no acepta de ninguna manera" que esa facultad le sea "usurpada".
El diplomático, que preside el Consejo durante los próximos tres meses, abandonó la sala visiblemente enojado después de su intervención.
El embajador de Venezuela, Samuel Moncada, consideró la sesión "un golpe de Estado" y advirtió antes de dejar la sala de que cualquier cosa que fuera aprobada en esta sesión no sería tomada en cuenta por su Gobierno al considerar que la reunión es "ilegal".
La sesión concluyó con la adopción "por consenso" (sin someterse a votación) de la resolución más dura de la OEA con el Gobierno de Nicolás Maduro, que declara que en Venezuela hay una "grave alteración inconstitucional del orden democrático".