La Paz, 20 de diciembre (Urgentebo).- La Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) interpuso una denuncia penal ante el Ministerio Público contra PAYDIAMOND, por la presunta comisión del delito de Intermediación financiera sin autorización o licencia. Actualmente, las personas que realizaban esta actividad se encuentran con medidas sustitutivas a la detención preventiva.
Asimismo, el Servicio de Impuestos Nacionales (SIN) clausuró ayer 13 sucursales de PAYDIAMOMD y otras organizaciones similares como “Two Bitcoin”, “Seven Oportunnity”, “Inversiones Pay Diamond”, Global Clube” y “Líderes sin Límite” en El Alto, Sucre, Potosí, Oruro, Cochabamba, Santa Cruz y Tarija. El motivo de la clausura es la inexistencia del Número de Identificación Tributaria (NIT). Esto significa que “Estas empresas no existen jurídicamente en Bolivia”, razón por la cual el SIN advirtió a la población no dejarse sorprender.
“Las acciones realizadas por la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), fueron adoptadas en el marco de sus facultades y como resultado de las tareas de control que realiza, ya que PAYDIAMOND no contaba con licencia de funcionamiento por parte de la ASFI y no se encuentra constituida legalmente en Bolivia, por tanto, no tiene representante legal ni cuenta con domicilio registrado en ninguna institución pública de nuestro país (Servicio de Impuestos Nacionales, Fundempresa, Gobiernos Autónomos Municipales de Bolivia)”, dice el comunicado de la ASFI.
Durante las gestiones 2015 y 2016, la Aduana Nacional de Bolivia (ANB) no registró ningún ingreso al país de diamantes; tampoco existe una empresa registrada a nombre de PAYDIAMOND en China, de acuerdo al Registro de Comercio de ese país, ni en el Executive Center de Hong Kong, lugar donde supuestamente estaría la empresa.
PAYDIAMOND se presentaba en Bolivia como una oportunidad de negocio de mercadeo en red o multinivel. Su producto estrella es el diamante. Los miembros de esta red no compraban los diamantes, sino participaciones en el negocio que podían costar hasta 36 mil dólares. Entonces el negocio consistía, aseguraban, en un beneficio semanal por un año hasta duplicar la inversión.
A grandes rasgos, la companía decía comprar diamantes en estado bruto, trabajarlos y revenderlos, prometiendo una ganancia del 200% anual.
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