Marzo 28, 2024 [G]:

Combate entre pepinos


Viernes 10 de Febrero de 2023, 7:45pm






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El escenario en que se ha convertido el hemiciclo parlamentario volvió a exponer en cartelera las innovaciones opositoras y oficialistas con el tema del carnaval y de la lucha libre. Indudablemente los bolivianos somos un pueblo paciente y con alto sentido del humor marengo. Y a no dudarlo, este acto de desprendimiento para regocijo de la sufrida y apaleada población, será valorado por la Asociación de Pepinos, Kusillos, Payasos y ramas afines, ente regulador de la festividad del Carnaval y el Anata del occidente. No tenemos información si la Asociación de Fraternidades del Carnaval cruceño se adscribirá a esta ponderación, habida cuenta de su crisis de representación.

Hace varios meses, el oficialismo, ducho y malévolo, aprovechó del espíritu pachanguero de la oposición para designar al nuevo Defensor del Pueblo, en ausencia de los alegres legisladores que se fueron a festejar en patota la efeméride de Santa Cruz. ¿Qué ocurrió? Mientras entre churrascos y buri, la oposición rendía pleitesía al Gobernador y su troupe de fraternidades carnavaleras y al llamado Comité Cívico que no es otra cosa que la Central Empresarial  Privada Departamental, en contraposición a la Central Obrera Departamental, el oficialismo nombró al nuevo Defensor del Pueblo.

Pataleos, adjetivaciones y chillidos agudos no valieron de nada. Así que, en reunión en un café de La Paz, fraguaron la venganza y esperaron pacientemente el Día de Compadres y Comadres, que antecede al Carnaval, coligiendo que, conocido el afán populachero de varias legisladoras del oficialismo, estas caerían fácilmente en la tentación. Para tal seguimiento, designaron a una legisladora de la oposición, un híbrido de Madre Teresa y James Bond para que, munida de su crucifijo bendecido en la Catedral, persiguiera a las pecadoras y las sorprendiera en flagrancia. Pacientemente y con su traje camuflado, las sorprendió: - ¡Aja! Pescotes! y corrió apresurada a ventilar la denuncia contra sus odiosas birlochas oficialistas pachangueras; pero las pecadoras y un elusivo pecador, se habían hecho pepa. La investigadora ordenó que se hiciera una prueba de alcoholemia al Presidente del escenario que desapareció silbando una chovena. Indignada por la indiferencia carnavalera, recurrió a la prensa de sus amigos e incriminó a sus colegas para lincharlas públicamente por presentarse en estado inconveniente a su fuente de trabajo, vale decir sin trajes de pepino con matasuegras.

Todos sabemos que el Carnaval es una herencia cultural traspasada por los conquistadores e invasores europeos a Aby Ayala, que se incorporó al Anata, la fiesta de las culturas originarias que empieza el 21 de diciembre, continua en Alasita, tiempo del Jallu Pacha, tiempo húmedo- hembra.  Las divinidades de la Mank’a Pacha, (el mundo de abajo), suben a gozar la vida, el amor carnal y la abundancia de los frutos que la Pachamama da a sus hijos. La riqueza cultural de Bolivia es incomparable, por eso el Supay andrógino, principal divinidad del mundo de abajo, sube a tentar y estimular el pecado y se expresa en la danza de la diablada, construcción cultural del siglo XVII que fue útil para camuflar a las divinidades indígenas, a vista y paciencia de los curas extirpadores de las idolatrías.  Son épocas de gran importancia en el mundo agrícola y conectado a las urbes, razón que impide su postergación por motivos políticos.

Tal vez estos datos no son del conocimiento de los legisladores, porque no les interesa indagar en la Bolivia profunda, ya que la pachanga rinde más en términos de popularidad y   puede servir para acumular puntuación ante el jefe. 

Las luchas libres entre grupos del oficialismo se pueden resumir entre pepinos con pega y sin pega y, los dolores de cabeza de Mesa que le ocasionan sus pepinos incapaces de consolidar una oposición sólida, propositiva y consensuada con los pepinos de Creemos, ahora descabezados. En la lucha política boliviana no inciden las posiciones ideológicas entre su militancia, sino la búsqueda de ventajas materiales. Así, las luchas internas han develado la flaca preparación de varios legisladores por su lenguaje procaz y la ausencia de argumentos a la hora de fiscalizar las acciones del oficialismo. Cuidado, nos podemos cansar de tanto Carnaval y pepino todo el año. Asomen sus caretas al Perú y piensen.

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