La Paz, 5 de abril (Urgentebo).- El clásico 204 de la historia liguera se tiñó totalmente de celeste. Con un juego simple, rápido y efectivo, Bolívar humilló a The Strongest que, después de un inicio de año soñado – pasando dos fases de la Copa Libertadores con sendas goleadas-, se ve obligado a volver a poner los pies sobre la tierra y a no descuidar la Liga, aunque su objetivo este puesto en el certamen continental.
Y es que desde los primeros minutos se vio claramente que solo había un equipo en la cancha. Beñat San José, el técnico de la Academia, leyó el partido mucho mejor que Farías. Contrarestó de gran manera a la fortaleza de su rival, que radica en el medio campo, y desnudó su fragilidad defensiva.
Además, aprovechó la ausencia de Marvin Bejarano en la banda izquierda; Farías improvisó con Diego Wayar por ese lado y lo pagó caro.
Por eso, el primer gol celeste no tardó en llegar. Una salida rápida de Juan Carlos Arce, que tuvo a mal traer a Wayar toda la noche, vació a toda la defensa atigrada. El Conejo, con la velocidad que lo caracteriza, desbordó por la banda, lanzó un centro pasado que fue bien empalmado por Ronnie Fernández, que aprovechó una mala salida de Vaca.
El gol puso aún más nerviosos al Tigre, que naufragó en la cancha y solo pudo generar peligro graci8as a un tiro de esquina de Escobar, que estuvo a punto de ser el empate, pero el remate pegó en el travesaño.
Producto de la desesperación, Pedrozo metió una patada infantil, en la media cancha, y se hizo acreedor a una roja directa, a los 39 minutos. Ahí se acabó el partido.
Cojn un hombre menos el cuadro de Farías nunca hizo pie en la cancha y Bolívar tuvo la libertad para hacer lo que quiso. De hecho, falló una jugada increíble cuando Ronald Raldes entró solo al área atigrada y cedió el pase para Ferreira que de manera insólita estaba en posición adelantada.
Empero, el segundo gol no tardó en llegar. Escobar perdió el balón y posibilitó el contragolpe celeste que fue bien definido por Juan Carlos Arce, que le ganó el mano a mano a Vaca.
El segundo tiempo tuvo a un Tigre más conservador – metió a Valverde en lugar de Ramallo- pero ni así imposibilitó la goleada celeste. Dos tremendos golazos de Prietto y Fernández pusieron una cifra justa en el marcador, a los 56 y 57 minutos del partido, respectivamente.
Por eso, al clásico 204 le sobraron 30 minutos. Bolívar acabó haciendo precio a The Strongest –si la Academia se lo proponía pudo ser una goleada histórica-.
El descuento llegó a los 94 minutos del encuentro. Un premio a la garra de Chumacero, que prácticamente solo peleó contra toda la defensa celeste.
Con el triunfo Bolívar se afianza como el único líder de torneo; y el Tigre deberá repensar muchas cosas, sobretodo si quiere seguir con el sueño de seguir avanzando en la Copa Libertadores.