31 de diciembre (Urgente.bo).- El miércoles, el Gobierno firmó contrato para la adquisición de la vacuna Sputnik V, que fue desarrollada en Rusia por el Instituto de Investigación Gamaleya. Un primer lote de las dosis llegará al país en enero y los primeros en recibir la vacuna será el personal médico. El contrato suscrito establece la compra de 5.2 millones vacunas.
El epidemiólogo Miguel Ángel Valverde explicó a Urgente.bo que la vacuna rusa no cumplió con todos los requerimientos que manda la ciencia para el desarrollo de una vacuna. Apuntó que con el Sputnik V no se cumplió el estudio de pares, es decir, que la vacuna no fue estudiada por científicos de otros países y no se procedió con la notificación de los efectos adversos.
“No ha cumplido con los requerimientos que manda la ciencia. Los requerimientos, más allá de hacer los estudios experimentales, que tiene la obligación de notificar cualquier efecto adverso del medicamento, los controles tienen que estar sujetos a pares, es decir, no solo los rusos verifican si la vacuna es buena o mala, sino que en otros países los científicos también tienen que hacerlo para que no exista ese fenómeno de intencionalidad”, explicó el especialista.
En ese entendido, no existe un reporte científico que establezca que la vacuna rusa es efectiva al 95%, como asegura la fuente oficial de las autoridades rusas. “Eso le quita un poco de credibilidad (a la efectividad de la vacuna)”, agregó Valverde.
El epidemiólogo indicó que otro de las observaciones que tiene la vacuna que comprará Bolivia es que no sería recomendable para las personas mayores de 60 años y tampoco se hizo pruebas en menores de edad.
Él presume que la razón por la que no se consideró a adultos mayores en el estudio de Sputnik V es que ese grupo social aumenta los efectos colaterales.
“La otra línea de trabajo de la Sputnik V es que no se han considerado a adultos mayores, posiblemente la razón por las que no se consideró a adultos mayores es porque en ellos aumentan los efectos colaterales, sobre todo los que tienen problemas neurológicos. No está recomendada a adultos mayores, inclusive el presidente (Valdimir) Putin lo dijo”, indicó.
En la primera ola de contagios del coronavirus, la mortalidad era mayor en las personas de la tercera edad. El epidemiólogo Valverde indicó que existe una considerable cantidad de personal médico que forma parte del grupo de personas de la tercera edad.
Además, observó que el Gobierno haya solicitado solo 6.000 vacunas iniciales para aplicar al personal de salud, porque es un importante grupo de riesgo.
“6.000 vacunas no son suficientes, ni siquiera para inmunizar al personal de salud como lo están proponiendo, no van a llegar a vacunar ni al 1% del personal de salud, porque no solamente son médicos, también son enfermeras”, señaló.
