La Paz, 21 de noviembre (Urgentebo).- A los 43 marinos y a la oficial Eliana María Krawczyk los engulló el océano hace una semana y la tecnología de una decena de países, con Estados Unidos a la cabeza, intenta, contra reloj, localizarlos y devolverlos a la superficie.
Los milagros, con esfuerzo, medios adecuados, tenacidad y una cierta dosis de fe, existen sobre la tierra. En ellos confían los familiares del submarino ARA San Juan, los argentinos que están en vilo y esa parte del mundo que reza para poder contar un final feliz.
El suministro de oxígeno -si la nave, como se sospecha, cayó a plomo y se encuentra en el fondo del océano- estaría entrando en la etapa final. Siete días o quizás alguna hora más es el tiempo de reserva que quedan según los especialistas y la Armada.
Diez países, incluido Inglaterra, con las islas Malvinas que Argentina reclama como propias, se ofrecieron y colaboran en las tareas de búsqueda del San Juan.
El submarino ARA San Juan, con 44 tripulantes, había partido el lunes del sureño puerto de Ushuaia y regresaba a su base, en Mar del Plata. Balbi precisó que la nave reportó por última vez su posición en la madrugada del miércoles y, «pasado un tiempo prudencial» sin que pudiera establecerse comunicación, se resolvió activar a última hora de la tarde de este jueves el protocolo de búsqueda.
El ARA San Juan es de 1985, de origen alemán, convencional, con propulsión diesel-eléctrico –no nuclear–, y hace dos años finalizó su reparación de media vida en astilleros de Buenos Aires, según informó Balbi, quien agregó que había ido a Ushuaia para participar en un adiestramiento. Los 44 tripulantes del San Juan son todos submarinistas profesionales de la Armada.
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