La Paz, 12 de diciembre (Revista Oxígeno - Urgentebo.com).- Antes de empezar con el reportaje debemos aclarar que la mayoría de nuestros entrevistados desean cuidar su identidad, debido a que hace poco más de un mes, en nuestro semanario El Compadre, se publicó una nota sobre la crisis que viven estos ciudadanos en Bolivia y al ciudadano venezolano consultado sobre datos e información le retuvieron al Visa.
Freddy B. es licenciado en Educación Física con una Maestría en Pedagogía de la misma rama, desde hace más de dos años vive en Bolivia y trabaja como conferencista dando charlas en distintas escuelas de La Paz, a través de la Fundación Educa con Valores, actividad en la que también realiza la venta de libros educativos.
Cuenta que desde sus 18 años empezó a dar clases en Venezuela y que no le fue difícil encontrar trabajo en el Ministerio de Educación de su país. A los cinco años de trabajo ya contaba con casa propia, carro y un salario que le permitía a él y su familia vivir cómodamente.
“Yo llegué hace dos años y medio solo, me trajo un amigo para un trabajo en una editorial y al año pude traer a mi familia. Mi esposa que también es profesora de Educación Integral, vende arepas en Cochabamba y allí estamos residenciados como tal, yo vengo a La Paz solo por cosas de trabajo y el fin de semana me voy hacia allá”.
Asegura que Bolivia no estaba en sus planes, de hecho, jamás se imaginó salir de su país, pero debido a la crisis que atraviesa el país caribeño se vio forzado a salir, “antes de venir yo como profesor no tenía ni siquiera para comer”.
Testifica que la crisis viene empeorando una vez que el presidente Nicolás Maduro toma el mando el año 2013, “antes nos decían que Venezuela se va a volver igualito a Cuba y nosotros no creíamos que eso iba a pasar y mira cómo pasó”.
Freddy cuenta que en Venezuela en éste último tiempo el dinero solamente le alcanzaba para comer, ya que antes del cambio el salario era equivalente a 3 dólares y un par de zapatos costaba entre 10 a 15 dólares.
“Yo en el pasado como profesor ganaba de 500 dólares a 700 dólares, como la economía era buena nosotros ni pensábamos en el dólar, porque el bolívar era más importante. Pero desde hace cinco años, cuando te vende algo te cobran en dólares”.
También afirma que el precio de los automóviles y casa bajaron por la poca demanda, ya que muchos prefieren venderlos para poder salir del país.
Actualmente gracias a su trabajo, hoy Freddy puede enviar dinero a sus padres, hermanas y sobrinos para que puedan costear los gastos de alimentación, “con 50 dólares tu familia puede subsistir ese mes cómodamente en pura comida porque la ropa es muy costosa”.
“Allá la gente come porque el gobierno le da una caja mensual de comida. Al ver esa necesidad uno decide dejar todo, dejar profesión, lo que has construido, carro, casa, y venir a un país desconocido con ganas de progresar”, asegura.
Al referirse al país confiesa que no tenía idea sobre las costumbres bolivianas, las cuales fue aprendiendo poco a poco. “Es un país muy noble, donde uno ve que todavía se puede vivir muy fácilmente, como era Venezuela hace seis años”.
“Hace nueve meses estuve allá y lo que vi fue impresionante. La gente anda con un desanimo total en las calles, no hay esa alegría caracteriza al venezolano. Cuando mi mamá se enfermó, tuvimos que recorrer toda la ciudad para encontrar una simple pastilla”, lamenta.
Otra mirada sobre la crisis venezolana nos la da Hair H. M. quién hasta noviembre de la pasada gestión ejercía el cargo de Fiscal de la República en el Estado de Barinas de Venezuela.
“Fui el Fiscal que más casos tuve de protestas a nivel nacional, en Barinas hubo bastantes protestas contra el gobierno donde hubo muchos adolescentes, jóvenes muertos y detenidos. Ordené múltiples averiguaciones en contra de funcionarios policiales por mala praxis policial porque hubo procedimientos donde no se respetaba derechos fundamentales y eso no le gustaba a mucha gente, sobre todo policiales”.
Recuerda que el primer homicidio múltiple que ocurrió fue en Barinas, específicamente Barinitas del municipio de Bolívar donde hubo 7 detenidos y le tocó investigarlo. “Las investigaciones determinaron que los autores son personas formados por el Gobierno, civiles a quienes les dieron armas, que estaban con los policías y disparaban a los manifestantes. Ellos están adelante, la policía detrás para evitar que los efectivos policiales sea responsable de las muertes”, asegura.
“Todo mundo allá sabe qué es lo que ocurre”, afirma, “en algún momento nos hemos vuelto egoístas al pensar que, como es otro al que le ocurre algo y no a mí, pues me quedo callado”, lamenta.
El ex Fiscal afirma que evidenció de acuerdo a las investigaciones que jóvenes manifestantes detenidos eran víctimas de abusos por parte de efectivos policiales, quienes les colocaban armamentos para ser inculpados.
Recuerda que en mayo del pasado año en el municipio de Pedraza hubo un adolescente que murió por el disparo de una petra (canica), investigaciones que no prosperaban y quedaban en el olvido.
“Las protestas el 2017 fueron en todos lados desde sectores más humildes hasta gente con dinero como en Chacao”, además cuestiona, “nos volvieron en una ciudad de flojos. A quién no le gusta que le regalen las cosas y peor aún si es a personas que no estudiaron porque son más fáciles de manipular, y hoy son las personas más afectadas por la crisis”.
Admite que aunque fue destituido de su cargo, como profesional, tuvo mayores oportunidades de salir y poder trabajar, pero es consciente de que existe personas que no corren con la misma suerte, “en Venezuela se trabaja pero no se cobra porque el sueldo no alcanza, hay horarios donde no hay agua, estamos sin luz, la gasolina se obtiene con un carnet que da el Gobierno y nadie hace nada”.
Ante el cuestionamiento de mucha gente respecto a la crisis que vive el país caribeño, Hair responde: “Pedirle a Venezuela que salga de esta crisis es como pedirle a un secuestrado que se libere de su captor, eso sucede en Venezuela, un secuestro; donde los que tiene las armas y el poder no es el pueblo sino el Gobierno, eso arremete, somete y no podemos salir solos de esto sin apoyo internacional”, enfatiza.
De ser un país que acogió a migrantes a migrador
Freddy recuerda que Venezuela fue el país que más inmigrantes ha recibido de Europa en el pasado, detalla que en su país existía bastantes negocios de extranjeros,” todo el centro era de puro italianos que vendían electrodomésticos, los portugueses se dedicaban a la panadería, por eso éramos un país muy rico en gastronomía producto de tanta migración que había”.
Por si parte Hair H. M. asegura que como país jamás tuvieron tradición de migración, “No somos emigrantes tradicionales como otros países, por ejemplo el año pasado llegó a Argentina 100 mil inmigrantes, de los cuales 30 mil eran venezolanos, 28 mil paraguayos y 25 mil bolivianos. Estos países no viven una crisis como la nuestra, sin embargo son migrantes por tradición”.
Para Mary M. los venezolanos no sabían qué era vivir en el extranjero porque solo salían por estudios o por vacaciones, “nos han quitado ver crecer a nuestros sobrinos, nos han robado amor de nuestra familia, el tiempo de disfrutar los cumpleaños, nos han robado muchas cosas que no se van a recuperar nunca”, lamenta entre lágrimas, “nuestras reuniones familiares hoy son por video llamadas”.
De la rivalidad del béisbol a la política
Entre lágrimas Mary M. recuerda que la única rivalidad que vivían los venezolanos era en los juegos de béisbol, cuando jugaba Magallanes de Valencia frente a Los leones del Caracas, cada año en el mes de octubre.
“La política nunca nos separó como lo hizo Chávez. Desde que entró al gobierno empezó a dividir a la familiar enteras entre chavistas y opositores, no había otra opción”, lamenta.
Aclara que actualmente la división ya no es si es chavista o no, sino madurista y opositor. “Hay dos generaciones en Venezuela que han crecido con esa visión y lamentablemente los que crecimos en la cuarta república, como ellos lo llaman, vimos otra cosa, vimos posteridad, abundancia y esta nueva generación no ha visto otra cosa que solo el chavismo, y para ellos es normal hacer cola, ver los supermercados vacíos”.
Bastidas al referirse a los bolivianos pide que no pierdan nunca el derecho a la protesta, “cuando te quitan ese poder te quitan todo, eso lo fue haciendo el Gobierno debilitándolo poco a poco y cuando nos dimos cuenta ya nadie quería salir a las calles”.
“El primer paso para mantener una democracia es protestar en la inconformidad de las cosas, esa capacidad de protesta nunca se debería de cambiar y deben darse cuenta que si pueden llegar a estar como nosotros”.
Bolivia como un espejo
Dos de los entrevistados coinciden en que muchas de las cosas que ven en la política boliviana ya lo vieron en su país hace algunos años.
Recordemos que en Venezuela el 2007 se modificó casi toda la Constitución en gran parte, incluyendo la parte de la reelección. El 2009 se solicitó un referéndum para hacer una enmienda de los artículos que hacen referencia a la reelección. Consulta que a diferencia de Bolivia, ganó el SÍ con el 54,86% frente al NO que obtuvo un 45,13%.
“Nosotros nos equivocamos y muchas de las cosas que estamos viviendo es por culpa de nosotros mismos, porque el pueblo es ignorante, se deja manipular por un discurso bonito, esa es la realidad”, cuestiona Hair H. M.
“En Venezuela ganó el Sí pero acá ganó el No y las decisiones del pueblo son vinculantes hasta que otro referéndum diga lo contrario y un Tribunal no está por encima del pueblo”, asegura.
La luz al final del tunel
Los tres venezolanos coinciden en que una vez se acabe la crisis volverán a su país, porque no se ven fuera de él.
“Yo sueño con ese día, creo que entraría gritando por el aeropuerto ¡Venezuela libre! y abrasaría a todo el mundo, porque así somos los venezolanos. Luego disfrutar de mi familia y recorrer todo Venezuela porque conozco más países afuera que mi propio país”, confiesa Mary.
“Mientras esté el Gobierno sé que la situación no va a mejorar y mientras esté, no volveré, si voy es de visita, pero a vivir no”, afirma Freddy B.
Los chilenos salieron de su país durante la dictadura, los argentinos también se refugiaron en otras naciones huyendo del régimen. En Colombia el desplazamiento forzado, producto de la violencia, marcó su historia. Los centroamericanos siguen haciendo la mortal ruta del migrante en busca del sueño americano. Los cubanos atravesaron en balsas el mar sin importar el riesgo rumbo a Estados Unidos. Ahora los venezolanos son los nuevos migrantes de América Latina.
Los venezolanos huyen, dejan atrás profesiones, padres e hijos, propiedades y amigos. Los acompañan sentimientos encontrados: la esperanza de una vida mejor y el dolor de dejar una tierra de la que nunca pensaron salir y guardan la esperanza de algún día volver a su país.
¿Cuántos venezolanos se han marchado de su país? Pese a la disparidad de cifras, las más recientes y de mayor rigurosidad dan cuenta de que la emigración de ciudadanos de este país en los últimos dos años es de un millón 421 mil personas, que equivaldría aproximadamente a la suma de las ciudades de La Paz y El Alto.
¿Quiénes se van y quiénes se quedan?
Hair H. M. cree que los venezolanos que se van son quienes pueden y se quedan las personas que no tiene dinero, o son de la tercera edad, “mi mamá me dijo: nos estamos quedando puro viejos en Venezuela”, ya que en su mayoría son los menores de 40 años quienes se van fuera.
Para Mary M. que radica desde hace ocho años en la ciudad de Santa Cruz, el 98 por ciento de la gente que sale de su país es gente joven, “Ni yo, que salí hace mucho tiempo, salí porque quise. Ahora la situación es diferentes, mis hermanos venezolanos salen para salvar sus vidas porque no se puede vivir así”, asegura.
Por su parte la periodista venezolana Luz Mely R. desde Venezuela, dice que la gente no sale del país caribeño porque no tienen condiciones para hacerlo, “Algunos son el sostén de sus hogares y tienen adultos mayores en la familia. También hay otro sector que está comprometido con el país y cree que el país los necesita. Hay casos desde la gente que no tiene como irse, razones de vida y de compromiso con el país”, apunta.
Por su parte Pren Gonzáles, también periodista en el país caribeño, asegura que conoce casos de personas que se han ido por temas de estudio; por amor, detrás de sus parejas; otros porque están en desacuerdo con el actual Gobierno, “pues la mayoría de los venezolanos que se han ido es pues porque no creen en el Sistema”.
Cifras que hablan de esta crisis
Entre 2015 y 2017 la migración de venezolanos a todas partes del mundo se incrementó en 132%. En el caso de los que se dirigen a países de Suramérica el aumento fue de 895%. En cifras netas, en este par de años, salieron de Venezuela aproximadamente 925 mil personas, que suman globalmente, en los últimos 13 años, un millón 622 mil personas. De ellas, un millón 552 mil 407 se distribuye en 15 países: 885 mil 891 venezolanos en naciones suramericanas y el resto en 3 europeas.
Según el informe de Tendencias Migratorias Nacionales en América del Sur, publicado el martes 27 de febrero de 2018 por la Oficina Internacional de Migraciones (OIM), un organismo de la Organización de Naciones Unidas, en los últimos dos años, la mayoría de los migrantes venezolanos se ha dirigido hacia Colombia o usan este país como tránsito para llegar a otros destinos.
En 2014 ingresaron 3.959 venezolanos; el 2015 fueron registrados 4.796, en 2016 el número subió a 5.987, en 2017 a 7.355 y solo hasta marzo de este año se tiene el registro de 3.499, lo que reafirma la tendencia hacia arriba, según los datos entregados por Migración.
Siguiendo las estimaciones de OIM y Encovi la migración de venezolanos al 2017 se puede calcular entre 4,7% y 5,4% de la población del país, aproximadamente. Este estudio coincide en que “casi el 80% de la emigración reciente desde Venezuela ha salido básicamente durante los años 2016 y 2017”.
Los datos de Migración ponen en evidencia que el 2017 se ha manifestado el mayor pico en el ingreso de venezolanos y que este año aquello se mantiene. Si el año pasado se internaron 7.355 hasta diciembre, en esta gestión hasta marzo ya lo hicieron 3024 ciudadanos.
Pese a que todos los entrevistados coinciden en que, cada día llega a Bolivia un bus con ciudadanos venezolanos, temen dar datos y detales de los lugares y accesos de ingresos , además de contradecir a los datos vertidos por Migración, por temor, al igual que otros países, se restrinja su ingreso.