La Paz, 8 de septiembre (Urgentebo).- Familiares y amigos del policía de la Unidad Móvil de Patrullaje Rural (Umopar), Reynaldo Espinoza, velan sus restos en su domicilio ubicado en la localidad de Yapacaní, dos días después de que fuera asesinado por narcotraficantes en un enfrentamiento que se produjo en la región de Ixiamas, departamento de La Paz.
"Él tenía que venir a Yapacaní este fin de semana para la boda de su hermana, sin embargo, ahora llega sin vida, es muy doloroso, porque ahora lo vamos a enterrar. Pido la ayuda del Gobierno", dijo entre sollozos la esposa del uniformado, Yblin Lázaro.
En la víspera el cuerpo del cabo fue recibido con honores por sus camaradas en el aeropuerto El Trompillo y sus superiores dispusieron como homenaje póstumo ascenderlo de grado.
Espinoza deja en la orfandad a un niño con siete meses de nacido.
Paralelamente, el comandante de Umopar, Rubén Lobatón, reveló que los dos narcotraficantes detenidos tras el cruce fuego, Demetrio Condori y Edson Choque, fueron hallados en su poder con armas de grueso calibre, un fusil AK y una carabina.
Asimismo, explicó que en lugar donde se produjo el tiroteo se encontraron una pista de aeronaves completamente operable, cuatro cargadores con proyectiles con calibre 7,62 y 5,56 de grueso calibre, equipos de radio y de comunicación satelital.
"De acuerdo a la información estaban a la espera que llegue al lugar un despacho de droga", explicó en una entrevista con la Red Unitel.