Octubre 20, 2024 -H-

Del muro de Walter Mur: El pasatiempo del juglar

Lo ha logrado: el espectáculo le disputa espacio, una vez más, a la delicada realidad política que el MAS no alcanza a contener…


Viernes 21 de Julio de 2017, 9:30pm






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La Paz, 21 de julio (del Facebook de Walter Mur).- Un pasatiempo tiene el Vicepresidente: le gusta jugar a ser juglar de la Edad Media. Cuando las cosas se ponen difíciles, le sale un talento notable para armar acrobacias de feria. Esta destreza precisa obviamente de alguien que le permita practicarla. Hábil como es, García Linera apunta a una de las personas que más gustan de polemizar ante cámaras: el ex Presidente Jorge Quiroga.

Tuto, que no es profeta en su tierra, viene llegando de haber cumplido una admirable gestión en su cruzada personal de apoyo a la oposición venezolana. Después de mucho tiempo los medios destacan sus acciones, no sus declaraciones, y eso sólo ya es un logro que él debería preservar. Pero no: cae traicionado por su propio carácter; le seduce el fácil escenario de la polémica y del enfrentamiento verbal, una actividad más propia de contorsionistas, volatineros y funámbulos en la que él se siente rey.

Badulaque, le dicen; licenciado, responde él y, como diría Mastretta, su boca maldice con precisión divina. Parece una pelea de barrio, un “no te metas conmigo”, nada más. No es la política en su mejor expresión; son maniobras, en un caso, y lecturas erróneas del momento, en el otro. Hay adversarios fáciles a quienes sólo hace falta provocar.

El acto final de esta danza de velos sobre la realidad era previsible: mientras algunos festejan la hombría del respondón y le lanzan piropos o flores en las redes, el Vice sonríe en silencio. Lo ha logrado: el espectáculo le disputa espacio, una vez más, a la delicada realidad política que el MAS no alcanza a contener…

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