El economista José Gabriel Espinoza, exdirector del Banco Central de Bolivia, opinó este viernes que el crédito de 500 millones de dólares otorgado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) al Estado Plurinacional de Bolivia es “de libre disponibilidad”, que “seguramente será utilizado en gasto corriente”.
El jueves, el BID hizo conocer que aprobó un préstamo de 500 millones de dólares para Bolivia con el fin de apoyar los esfuerzos del Gobierno para asistir a las poblaciones más vulnerables con niveles mínimos de ingreso afectadas por la pandemia del COVID-19, mediante la entrega de transferencias monetarias. En la nota de prensa se refiere a que ese dinero será usado en el pago del Bono contra el hambre y la Renta Dignidad, algo que ya hizo la administración de Luis Arce.
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En ese sentido, el economista Espinoza explicó que este crédito es resultado de un proceso de aprobación de varios meses y que al final significa “la reposición de recursos que fueron cubiertos inicialmente por el gobierno”.
Según la nota de prensa enviada por el BID, el proyecto apoyará los esfuerzos del Gobierno de Bolivia de apoyar a las poblaciones más vulnerables a enfrentar los efectos económicos de la pandemia. Para ello, se financia el pago de una parte de los costos del Bono Contra el Hambre y de la llamada Renta Dignidad.
El préstamo de 500 millones de dólares tiene un periodo de desembolso de dos años, un periodo de gracia de diez años y una tasa de interés basada en Libor.
Espinoza explicó que el gobierno de Arce recibió entre diciembre y enero dos créditos, uno del Banco CAF y otro del Banco Mundial, que fueron negociados por el gobierno de Jeanine Añez
“Como son recursos que el gobierno ya gasto, este crédito es de libre disponibilidad. Son cerca de de 3.500 millones de bolivianos de libre disponibilidad, que seguramente lo usará para pagar gasto corriente”, explicó Espinoza.
Por otro lado, el economista analizó las medidas que la administración de Luis Arce toma para generar recursos. “El gobierno parece que tiene enormes necesidades, porque recurre a las Administradoras de Fondos de Pensiones, al Banco Central de Bolivia y créditos internacionales. Los ingresos del gobierno han estado bastante altos, con la recaudación tributaria, la recuperación de los ingresos del gas y aun así el gobierno necesita mucha plata y esto es extraño”, opinó.
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