7 de julio (Urgente.bo).- La pesadilla en la que la cantante Britney Spears lleva metida desde hace 13 años da otro punto de giro más. A las renuncias de su representante artístico desde hace 25 años, Larry Rudolph, y el fondo de inversión que supervisaba su patrimonio, Bessemer Trust; se suma otra más: Samuel Ingham, el abogado designado por la Corte de Los Ángeles para representar los intereses de Britney Spears, ha solicitado este pasado martes retirarse de la polémica tutela legal que controla la vida de la artista desde 2008.
El letrado ha renunciado en el momento en el que, según fuentes cercanas al caso, Ingham estaría en pleno proceso de preparar la documentación necesaria para registrar una petición para poner fin a la tutela legal de Britney Spears.
Pero la relación entre la cantante y su hasta ahora abogado se ha puesto en entredicho después de que en su última declaración, el 23 de junio de 2021, Spears dijera que nunca supo que tenía derecho a pedir la finalización de la tutela.
"He estado hablando con él como tres veces a la semana. Hemos construido una especie de relación, pero realmente no he tenido la oportunidad de elegir personalmente a mi propio abogado. Y me gustaría poder hacer eso", dijo Britney en su mediática declaración del 23 de junio.
Asimismo, la cantante afirmaba que Samuel Ingham no le dejaba hablar en contra de la misma. Además, la cantante de Gimme More denuncia que no ha tenido la oportunidad de elegir personalmente a su propio abogado.
Ahora la jueza que supervisa el caso, Brenda Penny, deberá nombrar a un nuevo abogado o darle la opción a la cantante de seleccionar uno.
Britney contra su padre, Jamie Spears
La tutela legal de Britney Spears, en la actualidad, está dividida en dos: el ámbito económico, controlado por Jamie Spears, padre de la artista, y la compañia Bessemer Trust; y el aspecto personal, tutelado por la letrada Jodi Montgomery.
Estas tres personas son las responsables del calvario que Britney Spears vive desde hace 13 años y que ella misma ha denunciado ante los tribunales. Un caso que cada vez levanta más dudas y en el que la intérprete está teniendo cada vez más apoyos.
Todo empezó en 2007, cuando la cantante sufrió una crisis nerviosa y se hizo público. Tras este episodio Spears ha sido objeto de un acuerdo de tutela en el cual su padre, Jamie Spears, se hizo cargo de la fortuna de 41 millones y de la vida personal de la artista. Britney, que está apunto de cumplir 40 años, ha recibido desde entonces una asignación de 1500 euros a la semana.
Aunque al principio parecía que Britney estaba contenta con el acuerdo, este año se ha sabido que no lo estaba en absoluto después de que se atreviese a alzar la voz contra aquellos que controlan su vida. Su testimonio, lejos de amedrentar a la artista, ha provocado que su caso levante incluso más sospechas.
Ahora, la artista pide la emancipación de lo que cree que es una forma de esclavitud legal que le obliga a hacer terapia, a tomar medicación e incluso controla su salud reproductiva, en contra de su voluntad. Solo como ejemplo, Britney necesita el consentimiento de su padre para cosas tan esenciales como ver a sus hijos, casarse o poder ejercer su derecho a voto.
Movimiento #FreeBritney
Toda esta situación ha hecho que los seguidores de la cantante se movilicen y le muestren su apoyo a la mínima ocasión. Así, se ha creado un movimiento en redes sociales, #FreeBritney, que lucha por la 'liberación' de la cantante y el fin de la tutela legal.
Los responsables del movimiento aseguran que el polémico régimen de tutela sería en realidad un entramado en el que habría otros intereses, totalmente contrarios al bienestar de la cantante. Es más, reclama que se preste atención a los dos puntos más importantes que Britney está poniendo sobre la mesa: primero, la afirmación que sostiene que la cantante está incapacitada para hacer frente a sus asuntos. Según el movimiento, esto sería incierto, ya que una persona incapacitada no podría estar actuando, publicando discos o protagonizando un espectáculo en Las Vegas, cosas que sí hace la artista.
Segundo, la denuncia por parte de la propia cantante, que ha asegurado en numerosas ocasiones que su tutela estaría pagando el sueldo de mucha gente.
A pesar de la insistencia de la artista, ni el abogado de Britney -que ahora se retira- ni su padre, Jamie Spears, han formalizado la petición para poner fin a este mecanismo legal que controla la vida personal y las finanzas de la intérprete. Según una exclusiva del diario The New York Times el letrado ha ganado 3 millones de dólares (2,5 millones de euros al cambio actual) desde 2008 con este caso. Además, fuentes citadas por la revista The New Yorker denunciaron que Ingham ha sido más fiel a los intereses del padre que a la propia cantante.
Lo que está claro es que de momento el futuro de la artista y su pelea contra la tutela legal es incierto. La próxima audiencia se celebrará el 14 de julio, en la que Britney Spears, una vez más, no estará presente.
(La Vanguardia)
