Luego de que el subsecretario de Deportes de Argentina le exigiera a Lionel Messi que se disculpe con Kylian Mbappé y Francia por los cánticos racistas y homofóbicos de su selección, fue despedido.
El mundo al revés. El Gobierno de Javier Milei no toleró que Julio Garro increpe públicamente al capitán de la albiceleste y mucho menos después de haber logrado un título más para las vitrinas futbolísticas.
“Ningún Gobierno puede decirle qué comentar, qué pensar o qué hacer a la Selección de Argentina, campeona del mundo y bicampeona de América, ni a ningún otro ciudadano”, reclamó la Oficina del Presidente.
Luego, la administración del controvertido presidente argentino informó a todos sus ciudadanos que, “por esa razón, Julio Garro deja de ser el Subsecretario de Deportes de la Nación (a partir del 17 de julio)”.
Con esto, queda claro que, en Argentina, ningún funcionario puede criticar o “decirle qué comentar” a Lionel Messi ni a ninguno de los dirigidos por Lionel Scaloni públicamente, así sea por racismo u homofobia.
¿Cuál fue la crítica a Lionel Messi?
Luis Garro le exigió a Lionel Messi, como capitán de Argentina, que pida disculpas públicas por todas las frases discriminatorias que entonaron varios futbolistas mientras festejaban el haber campeonado la Copa América.
La final ante Colombia acabó 1 a 0, pero los insultos fueron infinitos y principalmente dirigidos hacia Kylian Mbappé, sus orígenes africanos, y, especialmente, a sus preferencias sexuales por los rumores de su última relación sentimental.
Así lo confirmó el propio subsecretario de Deportes de Argentina, Julio Garro, a un medio de su país tras la denuncia de la Federación Francesa de Fútbol (FFF) ante la FIFA en respaldo de su mencionado futbolista y líder nacional.
“El capitán de nuestra selección (Lionel Messi) debe de salir a pedir disculpas. Lo mismo que el Presidente de la Asociación (AFA), porque nos dejan, como país, muy mal parados después de tanta gloria”, afirmó la autoridad argentina.
“Es una oportunidad de llevar este plano a algo ejemplificador: que la sociedad vea que el fútbol pide perdón es algo bueno. Ya pasa en la vida social, en los colegios y en los clubes, pero todavía no ha llegado al fútbol grande”, finalizó.
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