La Paz, 21 de enero (Agencias).- El papa Francisco pidió prudencia ante los temores y advertencias surgidas por la llegada del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de quien prefirió no emitir una opinión previa y esperar a ver cuáles son sus primeros pasos.
"No me gusta anticiparme a los acontecimientos. Hay que ver qué hace, no podemos ser profetas de calamidades", afirma al diario en una larga entrevista concedida al diario El País el viernes pasado y publicada este domingo, aunque advirtió que "en momentos de crisis, no funciona el discernimiento" y los pueblos buscan "salvadores" que les devuelvan la identidad "con muros y alambres". Hablo
También, el sumo pontífice opinó que Latinoamérica está sufriendo un fuerte embate de liberalismo económico y que la emigración es también desde Panamá a la frontera de México con EE.UU. "La gente emigra buscando. Porque los sistemas liberales no dan posibilidades de trabajo y favorecen delincuencias", afirmó.
"Latinoamérica tiene que rearmarse con formaciones de políticos que realmente den a Latinoamérica la fuerza de los pueblos", señala el Papa, antes de subrayar que para él el ejemplo más grande es el de Paraguay de posguerra.
"(Paraguay) Pierde la guerra de la triple alianza y prácticamente el país queda en manos de las mujeres. Y la mujer paraguaya siente que tiene que levantar el país, defender la fe, defender su cultura y defender su lengua, y lo logró. La mujer paraguaya no es cipaya (quien vende la patria a la potencia extranjera que le pueda dar más beneficio) defendió lo suyo. Para mí es la mujer más gloriosa de América", subraya el papa Francisco a El País.
Consul
ado sobre cuál es su mayor preocupación sobre la Iglesia, Francisco reveló que es mantener su cercanía con la gente. "Una Iglesia que no es cercana no es Iglesia. Es una buena ONG", explicó.En la entrevista, el líder católico mostró su consternación por el drama de los refugiados o la prostitución en manos de las mafias, y admitó haberse sentido a veces "utilizado" por su compatriotas argentinos. Además, criticó la desproporción económica en la que la mayor parte de la fortuna del mundo está en manos de unos pocos.
En cuanto a la labor de la diplomacia vaticana que públicamente agradecieron Barack Obama y Raúl Castro en el acercamiento de ambos países, asegura que "la historia juzgará las cosas". En ese sentido, también habló sobre su mediación en casos como el desempeñado en Venezuela o Colombia. "Hay un principio, que para mí es claro, que es el que tiene que regir en toda la acción pastoral pero también en la diplomacia vaticana: mediadores, no intermediarios. O sea, hacer puentes, y no muros (…) que no son para él, son para que caminen los otros". (Infobae)
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