La Paz, 22 de mayo (Rosio Flores, Urgentebo.com).- La demanda por la compra de casas en la ciudad de El Alto se mantiene, mientras que en la zona Sur de La Paz hubo una baja considerable en el caso de la demanda de departamentos debito a los altos precios y por la crisis del agua por la que atravesó la urbe, de acuerdo con la información de empresas constructoras e inmobiliarias.
Con respecto a El Alto el arquitecto Freddy Cabrera, socio de una constructora, explicó que hay quienes están a la “pesca” de casas ubicadas en avenidas y en lugares relativamente céntricos, porque consideran que el negocio de alquiler de salones de fiestas está en ascenso.
“Desde el 2013 ha habido una creciente demanda de las construcciones de los cholets. Hoy la demanda para las construcciones de los denominados cholets no ha crecido pero se está manteniendo. Los clientes están en busca de casas céntricas que por diferentes factores sus dueños no han podido construir. Entonces la tendencia para construir cholets se mantiene”, explicó.
Explicó que en el caso de la demanda de departamentos en la urbe alteña es escasa y solo en el caso viejo de La Ceja y en el sector de Ciudad Satélite. Estos ambientes son utilizados en su mayoría para oficinas.
Por el contrario, en el centro y la zona Sur de la urbe paceña la demanda para comprar departamentos disminuyó pero pese a ello los precios tienden a mantenerse, aunque no deja de ser una preocupación para quienes apostaron por el negocio de la venta de estos inmuebles porque hay quienes hicieron las construcciones con financiamiento bancario.
En cambio los requerimientos para la compra de casas, sobre todo en el sector Sur no sufrieron variaciones, según la gerente propietaria de la inmobiliaria Inmosur, María Helena Zeballos.
“Los precios de los departamentos cuya construcción está sobre 100 metros en la zona Sur oscilan entre los 100 y 200 mil dólares, varía de acuerdo al modelo y la cantidad de cuartos y los ambientes. En cambio, una casa independiente suele costar entre los 150 y 250 mil dólares, por lo que la diferencia no es mucha, entonces la gente prefiere la casa”, explicó.
De acuerdo a un artículo del economista Gonzalo Chávez, entre 2006 y 2015, el crecimiento del PIB de la construcción ha estado por encima del producto nacional. En efecto, en dicho periodo el sector de la construcción creció a una tasa promedio de 9%, casi el doble del PIB boliviano (5,4%). Aunque cabe resaltar que en los años 2014 y 2015 el ritmo de crecimiento del sector fue menor que en periodos pasados.
Por ejemplo, en 2015, cuanto el PIB nacional crecía a 4,85 %, el producto del sector aumentaba tan sólo 5,36%. En el 2013, el producto nacional crecía a 6,8%, contrariamente al PIB de la construcción, que subía al 10,68% al año. Es decir, se observa una ligera desaceleración en los últimos años.
El efecto de la crisis del agua
Entre noviembre de 2016 y enero de este año al menos 94 barrios de la zona Sur y la ladera Este de La Paz quedaron sin agua por el descenso de los niveles de la represa de Hampaturi. Los vecinos atravesaron serias dificultades durante al menos cuatro meses. De acuerdo con algunas empresas constructoras consultadas por este medio, la crisis del agua fue una causa por la que se redujo la demanda de construcción y con ella la venta de casas, pues la psicosis se apoderó de la población y optaron por suspender contratos para constuir, otras personas dejaron sus construcciones a medias.
“De la noche a la mañana nos han sorprendido con el corte de agua, eso ha significado para las constructoras una afectación económica significativa porque teníamos que concretar contratos y seguir con los que habíamos empezado, pero algunos clientes optaron por paralizar las obras que ya estaban avanzando”, explicó Juan Coria, representante de la constructora Taurus.
Y es que entre los factores que han llevado al país a una situación de “emergencia nacional”, el cambio climático ha sido determinante. Naciones Unidas advirtió hace tiempo que Bolivia era uno de los países más expuestos al fenómeno del calentamiento global.
El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) presentó en junio de 2013 un informe en el que se alertaba ya de los problemas que sufriría Bolivia por el cambio climático, pese a que el país es uno de los que menos incide en ese fenómeno, dada su baja emisión de gases de efecto invernadero.
La vulnerabilidad medioambiental de Bolivia, según la ONU, se debe entre otras razones a la existencia en el país de ecosistemas variables, una creciente deforestación y una falta de información científica para afrontar el problema del cambio climático.
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