Septiembre 19, 2024 -H-

Evo y Arce se lanzan a la batalla final; el final puede ser trágico


Martes 17 de Septiembre de 2024, 3:00pm






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La Paz, 17 de septiembre  (Grover Yapura, Urgente.bo).-  El Presidente del Estado, Luis Arce Catacora, y el exjefe de Estado y líder máximo del Movimiento Al Socialismo, Evo Morales Ayma, decidieron precipitar la batalla final en la que están envueltos desde hace más de dos años. Tras el fallido intento llevar adelante el referendo presidencial, ambas corrientes de la organización política miden sus fuerzas en las carreteras con el peligro de que desencadene un enfrentamiento trágico.

“Esta es la pelea final”, coincidieron este martes analistas consultados por el periódico digital Urgente.bo tras el inicio de una marcha del evismo desde el municipio orureño de Caracollo que promete llegar a La Paz el próximo 23 de septiembre.

“Sí, esta es la batalla final y probablemente con resultados sangrientos”, dijo a este medio un colaborador de ambos gobiernos.

Como no lo había hecho desde hace más de 15 años, el dirigente Morales se puso a cabeza de una marcha que fue definida por el ampliado nacional del MAS que se realizó hace un par de semanas en la localidad de Villa Tunari, con la demanda de que el gobierno atienda una agenda económica y otra política, en la que está la proclamación de Morales como candidato a las elecciones generales del 2025.}

“Ahora sí, el pueblo boliviano, los sectores sociales en todo el país, pónganse en alerta, porque llegó el momento, estamos cansados. Esta marcha va a continuar (…) ahora sí, nosotros, públicamente, digo, ahora sí va a tener que convocar a elecciones generales. No queda de otra”, dijo el dirigente Ponciano Santos, máximo ejecutivo de la Confederación de Campesinos y que es parte de la corriente evista.

La movilización se da dos días después de que el presidente Arce, en un inusual tono, confrontó a Morales, le responsabilizó por las consecuencias que podrían llegar a tener la movilización que en los hechos se inició el lunes con bloqueo de caminos en el altiplano lacustre de La Paz, dirigido por un dirigente campesino que ahora es parte del evismo, David Mamani.

"Aquí estoy. No me escaparé. Si quieres solucionar un problema que tienes conmigo porque no acepté ser tu títere tuyo. Ven aquí te espero y resolvamos ese problema. Asumiendo las reglas de democracia no arrastres al pueblo al enfrentamiento y a la muerte por tus caprichos y ambiciones de poder”, le dijo la noche del domingo el Presidente Arce.

El 3 de septiembre, el ampliado del MAS radical expulsó de manera definitiva a Arce y al vicepresidente David Choquehuanca de las filas partidarias. “Ahora los asistentes a dicho ampliado marchan de Caracollo a La Paz en dirección a la plaza Murillo. Piden un imposible y un indecoroso: que Arce resuelva la crisis económica o que se vaya antes de fin de año cual pavo navideño”, opina el analista Rafael Archondo.

El viceministro de Autonomías, Álvaro Ruiz, dijo el fin de semana que la estrategia del evismo es lograr  que Andrónico Rodríguez, presidente del Senado, asuma la Primera Magistratura del Estado, para convocar a elecciones luego de habilitar a Morales, como candidato.

Precisamente en ese contexto, rodeado por dirigentes del Pacto de Unidad y de algunas organizaciones sociales, Arce dijo que no dejará la Presidencia, pesa a la presión del evismo. “No permitiré que pongas en riesgo la vida de nuestro pueblo, y actuaré de acuerdo a lo que manda nuestra Constitución Política del Estado”, afirmó.

Un día después, desde su cuenta en X, Morales le dijo a Arce que su discurso lo muestra confundido y que su mensaje se parece al del expresidente Carlos Mesa, cuando estaba a poco de renunciar, lo que ocurrió el año 2005.

“Con esta sucesión de hechos queda demostrado que la lucha interna del MAS no es ni fue fingida. La derrota de Lucho será la victoria de Evo y viceversa”, anticipa el periodista y analista Rafael Archondo.

En ese contexto, a los marchistas evistas que avanzan hacia La Paz los esperan grupos de cooperativistas en la localidad de Vila Vila con la advertencia de que no pasarán hacia la sede de gobierno.

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