02 de febrero (Urgente.bo, Eva Yapura).- Las raíces del carnaval de La Paz se encuentran en el campo, en el área rural, donde se celebra la fertilidad,la muerte y se agradece a la Pachamama por los frutos de las cosechas, Milton Eyzaguirre, antropólogo jefe del departamento de extensión y difusión cultural del Museo Nacional de Etnografía y folklore (Musef), señala que estas prácticas son olvidadas en el contexto urbano aunque también destaca que en diferentes sectores de la ciudad aquellas prácticas se mantienen muy vivas.
“El carnaval paceño y el carnaval en general en Bolivia es un agradecimiento, donde se celebra el Anata (ritual andino) que significa el pago por los beneficios recibidos de la Madre Tierra, la gente celebra estas con diferentes rituales”, manifestó Eyzaguirre a Urgente.bo.
En la ciudad de La Paz, la fiesta carnavalera ya empezó con el desentierro del Pepino, uno de los personajes que deriva del Kusillo, quien en el entorno rural es símbolo de alegría, pues empiezan a notarse las cosechas de los pobladores.
A pesar de que la esencia del Carnaval no es celebrada en su totalidad en la urbe paceña, lo rescatable son los personajes que prevalecen, el Pepino, el K'usillo y el Chuta.
El chuta: Personaje simbólico que aparece desde la fiesta de Todos Santos hasta Semana Santa. De acuerdo con la tradición andina, el chuta sube a las alturas con la ruta conocida que pasa por la zona Garita de Lima hasta llegar a Munaypata con el fin de alcanzar la “altura del querer”.
Este personaje llega a representar la fertilidad por la ruta que recorre. En la actualidad, hombres y mujeres que viven en las zonas rurales celebran distintos ritos para encontrar pareja y posteriormente contraer matrimonio. Canciones e interpretaciones del carnaval paceño están relacionadas con la reproducción y la fertilidad.
El kusillo: Personaje alegre que ridiculiza algunas acciones por la buena cosecha.
El Car
aval desde la cosmovisión andina está vinculado con la fiesta de Todos Santos (solemnidad cristiana), donde comienza la fertilidad y se celebra la muerte.
“Lamentablemente, separamos el Día de Difuntos con el tiempo de Carnaval, en el contexto andino esto es uno solo. En el norte de Potosí, el lunes de Carnaval se despacha a los difuntos porque los muertos cumplieron con su labor de traer la lluvia y a germinar las semillas; que los animales y seres humanos se fecunden. Su tarea terminó, ahora es tiempo de despacharlos”, expresa el experto.
La cultura es dinámica, es por eso que el Carnaval se transformó en la urbe paceña, con actividades como el desentierro del Pepino, el corso infantil y de adultos, la ch'alla de oficinas y casas, la festividad de compadres y comadres, además de la fiesta del Jisk'a anata.
Según Eyzaguirre, en la sede de gobierno, se recreó la manifestación del Jisk’a anata, pues en el entorno rural esta actividad, “está vinculada con la celebración y convivencia de la familia, pero en el contexto urbano esta manifestación es una entrada folclórica que deja de tener elementos favorables, por la diversidad de bailes”.
Además de los personajes, el agradecimiento a la Pachamama es otro elemento que aún es celebrado entre las familias y emprendedores paceños.
“En toda esta celebración está vigente el tema de la Pachamama hay que agradecerle porque ha abierto sus entrañas”, afirma el antropólogo.
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