Febrero 05, 2025 -H-

Fidel a los 90

Seguro que Fidel puede darnos explicaciones sobre el futuro, que se aleja de la miseria global y que nos acercan a la solidaridad y la comunidad como formas de futuro inevitables.


Sábado 13 de Agosto de 2016, 3:00pm






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Escribir sobre Fidel y sus 90 años, no es tarea fácil... Uno tiene la tentación de mostrarse muy revolucionario o muy poco o que falta poco para ser imprescindible...

Escribir sobre Fidel y sus 90 años, después de haber escrito sobre sus cumpleaños 89, tiene el riesgo propio de repetir lo escrito, las ideas vertidas o finalmente, hacerse traicionar por la memoria y repetir sin querer ideas que no son nuevas, sino que tienen envase diferente...

Pero hay que escribir sobre Fidel y sus 90...

No por obligación de militante, sino como preocupación política en un continente que ha perdido a la Argentina y Brasil, que tiene a una Venezuela presa del ataque mediático más infame que ha tenido que soportar país alguno en este siglo XXI, y que ve al Ecuador en una situación un tanto difícil.

Todo el Bloque Revolucionario Continental de hace un año atrás, está encapsulado por las políticas del imperio, particularmente presos de la comunicación política. Somos presa y nuestros pueblos son presa de una agresión mediática perversa, que tiene radios, periódicos, canales de televisión, Redes Sociales y operadores políticos entrenados en mentir y desarticular, descaradamente y creerse sus propias mentiras.

Vivimos en un continente cuya coyuntura política no es de las mejores para los revolucionarios, sino un tiempo de oportunidades para demostrar que es posible continuar con el proceso, más allá de las dificultades, de poner en juego toda nuestra creatividad local y la solidaridad internacional para caminar juntos contra el imperialismo.

¿Aún tenemos esperanza? Sí, con toda contundencia sí, este continente ha tenido que esperar mucho para darle una oportunidad a los pobres del campo y la ciudad, venimos de una larguísima historia de discriminaciones y de deudas históricas cuyos acreedores son mayoritarios y mayoritarias de nuestras patrias.

¿Aún tenemos esperanza? Sí, la capacidad creativa de nuestros pueblos para resistir los nuevos vientos, ha de ser imbatible. En diez años promedio de nuestras revoluciones se ha hecho lo que en toda la historia republicana no había sucedido en todo el continente...

La esperanza no muere, solo la traición puede matarla, dicen los viejos que saben de revoluciones...

Y es que las revoluciones son producto de hombres y mujeres que tienen las virtudes y los vicios propios de la humanidad, no son súper seres ajenos a la alienación del capital.

Pero son hombres y mujeres que tienen la virtud de haber pasado por una escuela revolucionaria cuya velocidad los pone contra el tiempo cada día, porque cada día la revolución tiene que fabricar respuestas a preguntas que provienen de los desafíos de una sociedad exigente en resultados, exigente en calidad de vida, exigente en derechos, y eso es bueno, porque un gobierno progresista tiene como centro de su preocupación estatal a los abandonados de la historia.

No hay duda por ello, que los caminos que nos ha tocado vivir desde lo de Dilma Rousseff, no son sencillos, pero tampoco es dramático, de hecho es mejor aprender en las dificultades propias, la construcción de una nueva sociedad, que copiar modelos ajenos, como ocurrió en toda la historia económica y política de Bolivia.

Hoy que se cumplen 90 años de Fidel, seguro que este líder mundial tiene algo que decirnos, seguro que mira al mundo con los ojos propios del siglo XXI, habiendo aprendido del siglo XX las cuestiones más importantes de la economía política del despojo y el saqueo a la vez que la economía política del siglo XXI y la realidad virtual del engaño y la seducción en tiempo real.

Seguro que Fidel puede darnos explicaciones sobre el futuro, que se aleja de la miseria global y que nos acercan a la solidaridad y la comunidad como formas de futuro inevitables.

Seguro que Fidel tiene mucho para dar, pero dejemos que la vida transcurra de modo insurgente en alguien que vive revolución, respira revolución, sueña revolución y da mensajes en clave de revolución, no solo para quienes venimos del siglo XX, sino y con claridad, para todos aquellos que se hicieron revolucionarios el siglo XXI..

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