Una multitud de gente instalada en la esquina entre la calle Sagárnaga y la avenida Mariscal Santa Cruz aguarda las presentaciones del artista que se viste con una jardinera naranja, gorra, nariz negra y la cara pintada como la de un mimo. Sin decir una sola palabra arranca las carcajadas de sus espectadores. Edgar Luis Balderrama es uno de los artistas callejeros más conocidos de La Paz y se hizo famoso en el país gracias a las redes sociales y gracias a ellas ahora en una gira por diferentes ciudades.
Amante del teatro, Garo va a la plaza San Francisco para ejercer su trabajo: arrancar una sonrisa de las personas. Garo no repite un sketch, cada uno es diferente al otro. En sus presentaciones, imita a los transeúntes o a los conducotres de vehículos y motos que pasan por este sector. En una ciudad cada vez más intensa, cargada de estrés, su objetivo diario es hacer reir a la gente.
Este personaje icónico de La Paz nació hace más de 13 años; a Balderrama le gustaba el teatro desde que era un niño, pero lo ejerció desde sus 18 años. No estudió artes en la academia pero hizo talleres. Siempre le llamaron la atención las cámaras y el público, su primer papel fue de cordero cuando era un niño.
“A mí siempre me llamaron la atención, las cámaras, el público y el escenario. Me decían que era despierto desde que era pequeño (…) Una vez tenía que hacer el personaje de un cordero y me pusieron la ropita, y como era chiquitito como corderito, lo hice muy bien”, recuerda Garo.
En sus inicios, Garo era una estatua viviente, le fue muy difícil soltarse; gano la confianza de la gente poco a poco, apeló al sonido de la boquilla, la picardía de molestar y la de causar una pequeña incomodidad en las personas. Esa incomodidad despertaba la risa.
“No hablaba, ni interactuaba en la calle con el público, ni con los autos, hacía algo parecido a las estatuas vivientes, entonces cuando la gente ponía una moneda les saludaba o le hacía reír, pero poquito, en silencio nomas”, dijo el artista.
Y estos días de vacación escolar está de gira por diferentes ciudades del país, ya pasó por Cochabamba, Santa Cruz y hace poco estuvo en su natal Tarija, donde fue acogido con mucho cariño por mucha gente, como muestra la foto de abajo.
Y Garo ganó más público, y esas personas hicieron que convierta a la plaza San Francisco en su espacio de trabajo. “Vine de Tarija hace tiempo con un familiar para estar una semana pero comencé a actuar junto a otro compañero y esa semana se convirtió en un mes y ese mes en años. Noté el cariño de la gente paceña. En Bolivia, la gente es un poco tímida pero cuando logras meterlos en tu mundo y en tu juego, son increíbles”.
Nacido en Tarija, Balderrama es casado y tiene una pequeña hija, para él su familia es fundamental. Su esposa graba los videos, la apoya en el vestuario y en la animación. Ambos salen adelante.
“Somos una familia pequeña, y me dedico netamente al trabajo artístico, no tengo otros espacios, ahora también estamos también en el mundo de la animación para diferentes eventos, publicidades, entonces me dedico a lo que es 100% el teatro. El teatro y mi familia son mi vida las 24 horas, 24, 7”.
Garo trabaja desde que tenía 11 años, él sabe qué signfiica ganarse un peso para el pan del día. Ahora con la experiencia que ganó en la calle, aspira a llegar a trabajar con instituciones, alcaldías, gobernaciones.
“A las redes sociales estamos dedicándole tiempo, estamos subiendo videos. Más adelante me veo, no dejando la calle, sino mucho más trabajado, más planificado, hacer show con las alcaldías, con gobernaciones, tema de seguridad, publicidad y tantos temas”, añadió.Otros de sus sueños es ser parte de un circo, fuera del país. “Eso me gustaría mucho”.
Mientras tanto, está muy contento por escuchar las risas en las calles o escuchar las historias que les pasa en los shows, que “me cuentan en mi Facebook, son muy inspiradoras, me dan fuerza”.
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