13 de diciembre (El Clarín).- “Pasarles la pelota es más seguro que poner la plata en un banco”. La frase, una de las más originales del Mundial, le corresponde a Josip Juranovic. Es evidente que el lateral derecho de Croacia no vivió en Argentina en tiempos del corralito.

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Pero la sentencia sirve para mostrar la confianza de los croatas en su punto más fuerte: el mediocampo. A Luka Modric, Marcelo Brozovic y Mateo Kovacevic se refiere Juranovic y con entusiasmo asiente el técnico Zlatko Dalic, explicando lo hecho ante Brasil. “Tenemos el mejor mediocampo del mundo. Ellos durmieron al rival. Logramos quitarles la pelota, nunca nos precipitamos. No creamos muchas ocasiones pero lo hicimos lo que había que hacer”, apuntó el entrenador sobre el empate 1-1 y el posterior triunfo en los penales para sacar a Neymar y compañía de Qatar. Uno de los más grandes golpes de Qatar 2022.

“Cuando Brozovic, Modric y Kovacic están ahí nosotros controlamos el 90 por ciento del juego”, agrega Juranovic. Y es lo que quieren repetir ante Argentina: manejar el partido a su ritmo. Ante Brasil, la posesión se repartió casi en un 50 por ciento por lado.

Ellos tres fueron decisivos para que Neymar, Vinicius, Richarlison y compañía no los pasaran por arriba, como muchos esperaban. Entienden el juego, controlan los tiempos y se caracterizan por tener mucha paciencia.

Los tres pasaron por las inferiores del Dinamo de Zagreb y llevan años compitiendo en el más alto nivel europeo. Experiencia es lo que les sobra.

Luka Modric, con 37 años y diez en el Real Madrid, donde ganó cinco Champions League, suma 17 partidos en su cuarto Mundial con Croacia. Fue elegido como el mejor jugador de Rusia 2018 y está más que vigente. Contra Brasil jugó los 120 minutos. 

Marcelo Brozovic, 30 años, juega en el Inter de Italia desde 2015 y esta es su tercera Copa del Mundo, con 12 encuentros disputados. Lo suyo es el orden, el nexo entre la defensa y los volantes. 

Mateo Kovacic, 28 años, llegó al Inter en 2013, luego pasó por el Real Madrid (tiene cuatro Champions en su curriculum) y actualmente juega en el Chelsea. También es su tercer Mundial, con 13 partidos. Su estilo es mixto, un mediocampista que defiende mucho pero que puede sorprender en ataque.

Los tres estuvieron juntos en el tercer puesto logrado en Rusia 2018, y en el 3-0 ante Argentina. Se conocen de memoria.

Brozovic es el que juega más retrasado, como volante de contención. Kovacic lo auxilia a su izquierda y Modric cuenta con más libertades: es quien maneja los tiempos con la pelota en los pies.

“Nunca pierde el balón”, dijo hace poco Carlo Ancelotti, su técnico en el Real Madrid sobre el ganador del Balón de Oro en 2018.

“Delante de la defensa, Brozo es el mejor del mundo”, elogió al del Inter su compañero Nicoló Barella.

El mediocampo es clave en el juego de Croacia, le da equilibrio y sostiene a una defensa que sólo recibió tres goles en cinco partidos y que en ninguno le convirtieron más de uno. Es cierto que se han lucido el arquero Dominik Livakovic (sobre todo en los penales) y los centrales Dejan Lovren y Josko Gvardiol (de 20 años, una de las revelaciones del Mundial), pero los tres del medio les facilitan la tarea. Todos ellos tendrán como objetivo frenar a Messi.