La Paz, 26 de febrero (Urgentebo.com).- La diabetes no es una sentencia de muerte, afirma con seguridad Sandra Verduguez. Ella es periodista e hizo de la educación para la salud una misión de vida, pues está segura de que con la prevención y nuevos hábitos es posible hacer frente a esta enfermedad crónica. Y lo ha logrado.
Hace 25 años, cuando estaba embarazada, le diagnosticaron diabetes. Desde entonces optó por aplicar nuevos hábitos de vida que le ayudaron a controlar su enfermedad. En la actualidad se dedica a dar consejos y ayudar a las personas que tienen diabetes, porque vio que falta información.
Sandra es parte de la Escuela de Diabetes del hospital San Gabriel desde hace cinco años. El año pasado junto a su equipo hizo un estudio sobre la situación de las personas con este mal. Tomó como referencia a un grupo de 40 personas con diabetes que le dio muchas luces para mejorar el tratamiento de las personas.
“Aprender a vivir con diabetes no cuesta tanto, la gente tiene que saberlo. Si se educa puede llevar una vida casi normal”, aconseja Sandra.
Las personas tienen mitos sobre la diabetes, los que no se deben ignorar. Por eso trabaja con un enfoque que combina la ciencia y el saber ancestral.
“Las personas del altiplano tienen muchas recetas para controlan la diabetes, no se puede desechar eso, como la coca y otras yerbas con las que ellos dicen controlarse, no se puede desechar esa creencia, pero se les explica que hay una medicina basada en la evidencia que tiene resultados comprobados y objetivos que controlan la diabetes”, apuntó.
La inclusión de la familia es importante en el proceso educativo de una persona enferma de diabetes, porque será una educación para toda la vida, que requiere el respaldo de las personas más cercanas.
Los niños son capaces de aplicar mucho más rápido los métodos de control de la diabetes. Aprenden más rápido, pero cuando llegan a la adolescencia o a la juventud, aquello puede cambiar por la presión social para consumir alcohol o fumar.
Sandra observó que la falta de información es abismal. Del total de los pacientes atendidos, ni la cuarta parte había escuchado antes sobre la diabetes. A pesar de que en Bolivia hay más de un millón de diabéticos.
Hay personas enfermas que deciden ignorar el problema. Debido a que no se manifiesta por fuera creen que no avanza y eso también pasa por la falta de información.
“Hay personas que no se controlan por negligentes. Y el médico no explica qué pasa en el organismo, cómo lo puedes controlar, qué actitud debes tomar. Además, las consultas son muy cortas, se requiere de más tiempo”, ilustra.
Las mujeres con diabetes se cuidan menos, porque están más preocupadas en atender a su familia. No aceptan el desafío de cocinar algo saludable para ellas y darle lo mismo a la familia, más si tienen hijos jóvenes, quienes piden comida “chatarra”. Sienten que es un sacrificio pera sus hijos comer igual que ellas.
“Muchas mujeres prefieren quedarse calladas y no modifican los hábitos de la familia para no molestar, pero llega el momento en que la situación empeora y aparecen las complicaciones”.
Las personas con diabetes pueden educarse en la Escuela de la que es parte Sandra. Allí un equipo de especialistas: endocrinólogo, nutricionista, psicólogo, fisioterapeuta, psicólogo, enfermera, cardiólogo y podólogo ayudan a las personas a aceptar, controlar y sobrellevar la enfermedad.
El programa consta de cuatro etapas, cada una de ellas tiene un costo de 60 bolivianos, el plan completo cuesta Bs 240. Al lugar asisten vecinos de La Paz, El Alto Alto, Oruro o de los Yungas.
El requisito principal es que las personas tengan predisposición a educarse, a cambiar su forma de alimentación. Aprenderán aplicarse la insulina, hacer actividad física, prevenir las complicaciones, a cuidar sus pies y otras medidas de prevención.
Por ejemplo, en las cuatro secciones explican sobre lo que es la diabetes: qué sucede en el organismo, cómo cada uno puede mejorar su control, por qué sube el nivel de azúcar y por qué baja, qué alimentos le sirven, en qué cantidades y en qué momento debe consumirlos. Cómo combinar la insulina con la actividad física y cómo cada una de estas incide en el cuerpo.
Es importante saber que los principales factores de riesgo de diabetes son antecedentes familiares, la falta de ejercicios, una dieta poco saludable, la obesidad o el sobrepeso.
El consumo de alimentos más saludables y la actividad física reducen el riesgo de aparición de la diabetes tipo 2.
Los principales síntomas son: orina frecuente, pérdida de peso, falta de energía y mucha sed. Las personas que experimentan estos síntomas deben hacerse análisis correspondientes y seguir los consejos del médico.
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