Septiembre 22, 2024 -H-

La discordia se reaviva, ahora con el museo de Orinoca

Mientras la oposición critica “el egocentrismo” del primer mandatario, desde el Gobierno, las principales autoridades del país no han cesado de defender la construcción del museo, el cual, aseguran, no es para ensalzar la figura de Evo Morales, sino para mostrar la revolución democrática y cultural de Bolivia.


Domingo 5 de Febrero de 2017, 8:30pm






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Foto: El País
Foto: El País

La Paz, 5 de febrero (Urgentebo).- El pasado jueves 2 de febrero, con lágrimas en los ojos, el presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales, inauguraba el Museo de la Revolución Democrática Cultural, en su natal Orinoca.

“Desde esta tierra que me vio nacer, este pueblo que me ha criado, este pueblo que ha cuidado, decir muchas gracias, seguiremos trabajando…”, señalaba Morales antes de visitar las instalaciones de “su” museo, que tuvo un costo aproximado de 7 millones de dólares y que, entre otras cosas, presenta imágenes de la vida de Morales, datos históricos de las luchas de los movimientos indígenas de Bolivia en los tiempos de la colonia y república y las camisetas de fútbol de los equipos a los que más aprecia.

Empero, desde su inauguración, el museo ubicado en Orinoca se ha convertido en, otra, manzana de la discordia.

Mientras la oposición critica “el egocentrismo” del primer mandatario, desde el Gobierno, las principales autoridades del país no han cesado de defender la construcción del museo, el cual, aseguran, no es para ensalzar la figura de Evo Morales, sino para mostrar la revolución democrática y cultural de Bolivia.

Por ejemplo, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, aseguró que la estructura tiene el objetivo de registrar la "parte buena de la historia de Bolivia", en la que se recuperó la "soberanía", la "dignidad", la "inclusión de los sectores" y la "integración".

Además, justificó que el museo se haya instalado en el pueblo en el que nació Evo Morales, el que, considera, tiene un valor “casi divino” para el mundo indígena.

"Probablemente para alguien no tiene mayor significado Orinoca, pero para el mundo indígena andino, especialmente, tiene un valor teológico, casi divino. Tiene un valor de concentración de energías, donde nace un líder para dirigir la revolución más grande que ha existido en Bolivia", dijo Romero a la red Patria Nueva.

En esa línea, el ministro de Defensa, Reymi Ferreira, señalaba que “no es un museo para el presidente, es un museo para la revolución democrática y cultural” .

Incluo, el vicepresidente, Álvaro García Linera, salía al frente para destacar que el museo no es sólo de Evo sino de “todo el pueblo boliviano” y pidió al presidente “hacer más museos como este en otras comunidades, en otros barrios, en las fábricas y en las minas”.

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Foto: Motrolatam

Empero, para la oposición el museo no es más que un acto ególatra de Morales, destinado a, precisamente, alimentar su ego personal.

El expresidente Jorge Quiroga lo calificó de “un monumento a la auto glorificación personal” de su rival.

“¿Cuantos días al año pierde el presidente alimentando su ego? ¿Quién se beneficia? ¿Sobran los recursos?”, se preguntó el empresario y excandidato presidencial, Samuel Doria Medina.

E, incluso, el diputado de Unidad Demócrata, Bernard Gutiérrez, anunció que el Museo será cerrado en “el primer día de un nuevo gobierno", en un post de su cuenta de Facebook.

Claro, la respuesta del Gobierno no se dejó esperar y calificó de “llunkus del imperialismo” a los que se oponen al nuevo museo de Orinoca.

"Éstos que eran los cuelga sacos, lo llunkus (adulones) de las embajadas, las ONG, empresas extranjeras tienen el tupé de venir hablar. Ellos que han hecho una avenida a un exdictador, a Banzer; ellos que han hecho un museo a Banzer. En gran medida las opiniones contrarias (al Museo de Orinoca) o son fruto de la ignorancia o fruto de la mala fe", dijo el ministro de Defensa.

Hasta el mismo presidente Morales salió al frente en defensa de la nueva obra. “He escuchado a gente protestar sobre el museo. Ellos (la oposición) siempre quieren ocultar la lucha que ha tenido este pueblo milenario”, dijo y dejó un claro mensaje a sus detractores: “nunca va a parar nuestra revolución democrática cultural”.

Lo cierto es que el mantenimiento del Museo de la Revolución Democrática Cultural costará medio millón de bolivianos entre  consultores, curadores, guías y otros. Este costó saldrá, por el momento, del Tesoro General de la Nación (TGN).

Empero, la ministra de Culturas, Wilma Alanoca, señaló que se prevé que el Museo que se inauguró en Orinoca sea autosustentable en el plazo de cinco años.

Además, dijo que se espera que tenga un impacto positivo para el turismo.

"Orinoca y todos los ayllus, Oruro como tal, sufren un impacto económico porque estamos promoviendo el turismo del sector", dijo Alanoca.

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Foto: Libertad Digital

 

 

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