Mayo 01, 2024 [G]:

La Paz, la ciudad de serpientes de agua

Son 364 ríos que atraviesan La Paz, casi la misma cantidad de días que tiene un año.


Domingo 2 de Junio de 2019, 6:30pm






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Años atrás, desde el borde de El Alto, el sociólogo especialista en patrimonio cultural, David Mendoza, contemplaba la ciudad de La Paz y su singular forma de hoyada. En mente tenía la idea de comprar una casa o un terreno. “Si está pensando en vivir aquí, debería pensarlo dos veces”, le dijo un anciano que igual contemplaba el paisaje.

El adulto mayor le cuenta a David la leyenda de una Katari (serpiente) gigante que saldrá de un túnel escondido en Cotahuma (lago de agua) durante época de lluvia. El despertar de esta criatura inundará la ciudad, ya que dicho túnel conecta con el lago Titicaca, claro que era solo una historia, comenta Mendoza.

Son 364 ríos que atraviesan La Paz, casi la misma cantidad de días que tiene un año. Estos cuerpos de agua pueden generar inestabilidad en los suelos. El reto aumenta durante “Jallupacha”, época de lluvias que si bien representa fertilidad en la cultura aymara, para las labores de prevención de riesgos es un constante estado de alerta.

El despertador suena, comienza diciembre y ya se vive la época de las lluvias. El coordinador del Programa Municipal de Drenaje Pluvial, Iván Zumelzu, sabe lo que esta temporada significa: estar alerta las 24 horas del día, a disposición los siete días de la semana y olvidarse de los feriados.

 “La naturaleza no perdona. Entramos en un estado de trabajo constante que lo realizamos en toda la ciudad y que lo hacemos alrededor de 20 años”, dice Zumelzu.

La lluvia puede debilitar las capas asfálticas, generar inestabilidad en la tierra y lo que preocupa a la Secretaría Municipal de Gestión Integral de Riesgos (SMGIR); acrecentar los afluentes de los ríos.

 “Casi el 50 a 60% de la ciudad es río. Varios embovedados se han convertido en avenidas como las del Poeta, Montes y Landaeta (…) el río Sokeri pasa por debajo hasta confluir en el estadio y baja la Saavedra. El río San Pedro baja desde El Alto (como el Apumalla) y ha sido conducido por diferentes avenidas. Ahí se juntan otros ríos, Pulpituni, Retamani, y otros que bajan por calles, avenidas y graderías”, cuenta Zumelzu.

En la década de 1930, marcó a la población la gran crecida del río Choqueyapu en época de lluvia, llevándose el mercado de Flores e inundando la actual avenida Mariscal Santa Cruz. Las floristas huyeron al ver destruido su lugar de trabajo. Las alumnas del Colegio Sagrados Corazones fueron evacuadas por la calle Murillo por la emergencia, mientras algunas monjas y otras mujeres lanzaban medallitas con la imagen de la Virgen de La Paz intentando aplacar la furia del río, el acontecimiento es descrito por la Revista Ciencia y Cultura.

Canalizaciones, bóvedas, muros, escolleras, camellones, controles de torrenteras y trabajos de mantenimiento se hacen para controlar los afluentes de la ciudad, informó el asesor de la SMGIR, Jaime Tinini.

Orkojahuira, es el nombre de otro gran afluente que atraviesa La Paz por la zona de Miraflores. A pesar de significar “río macho”, Orcko era uno de los nombres femeninos más comunes entre los aymara hablantes del siglo XVII.

Se necesitan casi 900 millones de bolivianos para tener mejor control de los ríos.

Si bien los costos que se necesitan son altos, el factor tiempo no es algo que se pueda negociar en el tema de ingeniería.

 “No podemos construirlas de una sola vez. Si queremos regular los ríos con muros en las cabeceras, tenemos que esperar a que los muros trabajen y lleguen a tener la retención adecuada para construir la segunda fase y luego la tercera”, comentó Zumelzu.

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