La Paz, 29 de junio (Revista Buen Vivir Digital).- Cuando la nariz comienza a fluir debido al contacto con el aire frío y seco, no siempre se trata de un resfriado o alergia; es un mecanismo de defensa para evitar que se congele la mucosa, calentar el aire y humedecer la zona.
Muchas personas parecen estar siempre resfriadas durante el invierno porque constantemente tienen flujo nasal y estornudan. Surge la duda si es se trata de una infección, alergia o rinitis. Por ello es importante aprender a diferenciar los síntomas.
“A veces es difícil diferenciar esos síntomas con exactitud y hay que dejar evolucionar el proceso durante unos días para averiguar si se trata de un cuadro alérgico o no”, indica el médico internista Enrique Ordoñez.
El especialista dijo que hay que considerar que el flujo nasal es un mecanismo para calentar el aire, humedecer la zona y así evitar el ingreso de patógenos.
“A más de la mitad de la población le fluye la nariz cuando hace frío. A esto se le llama rinitis por frío o nariz de esquiador. Al parecer, las personas que tienen asma, eccema, alergia son más susceptibles a padecer esta condición”, indicó Ordoñez.
Continuando la explicación, “cuando se inhala aire por debajo de los cero grados de temperatura, éste queda en el fondo de la nariz donde la humedad está al 100%. Ahí se estimulan los nervios del interior de las fosas, el cerebro responde a este impulso incrementando el flujo sanguíneo en la zona, estos vasos sanguíneos dilatados calientan el aire, pero también se produce más secreción para aportar humedad al aire que va pasando”.
Este mecanismo, además, hace que las células inmunitarias (llamadas mastocitos) de la nariz produzcan líquido en la nariz que puede servir para humedecer, pero también para evitar que ingresen con facilidad los virus y bacterias.
En cualquier caso, lo más importante es acudir al médico, recomendó Ordoñez, para establecer un diagnóstico preciso y evitar complicaciones ya que, una rinitis o alergia sin tratar puede progresar en sinusitis o crisis asmática. De igual manera, una gripe o resfrío puede llegar a complicarse.
Sobre los síntomas puntuales que diferencian la rinitis de la gripe son:
En caso de rinitis o nariz de esquiador: La mucosa es clara y líquida, puede haber picor en los ojos y nariz que provoque estornudos, lagrimeo frecuente, estornudos agrupados y frecuentes, ausencia de fiebre, es de larga duración.
Cuando se trata de una infección en las vías respiratorias: La mucosidad es densa, amarilla o verdosa, estornudos aislados, tos con mucosidad, fiebre, malestar general, dolor muscular, los síntomas pueden durar como máximo 15 días.