La Paz, 24 de enero (Rosio Flores, Urgentebo).- La sencillez y la humildad la caracterizan. Un semblante reluciente y una dulce voz completan la esencia de una mujer quechua cuyo talento traspasó fronteras llevando en alto el nombre de Bolivia. Es Cornelia Veramendi, la vocalista del grupo folclórico Norte Potosí quien a sus 55 años continúa cautivando a su público a través de su canto y cuya voz logró ubicarse entre las 10 mejores voces de Latinoamérica, en un festival realizado en México.
La pasión por el canto nació en Cochabamba, cuando acudía a las ferias que hasta hoy se realizan en la ciudad. Entonces tenía 19 años y trabajaba cuidando a los hijos de su madrina. El cultivo de su talento creció cada vez más y logró conocer a personas entendidas en el arte quienes la guiaron para que practique y se presente a audiciones.
“Un familiar que trabajaba en la disquera Lauro me ayudó. Entonces me presenté a cantar en una radio, escucharon mi voz y les ha gustado, me propusieron formar un grupo pero no se dio. Me presenté a un prefestival que organizaba Lauro y logré clasificar, pero después no pude seguir porque no podía representar a Cochabamba porque yo era de Potosí”, rememoró Cornelia.
Recuerda que tuvo que regresar a Llallagua, donde vivía su familia. Ese tiempo le sirvió para convencerse de que quería ser cantante. Así conoció a un guitarrista llallagueño que le convenció de formar un grupo.
“Fuimos de gira a centros mineros, nuestras canciones eran sociales y de protesta, luego nos hemos ido a La Paz para presentarnos en la peña Naira, ahí nos abrieron las puertas”, comentó.
Illaypachaj era el nombre del grupo y fue el compositor Ernesto Cavour quien por el ritmo y las canciones les aconsejó cambiarlo a Norte Potosí y así el año 1985 se consolida la agrupación.
“Un año después hemos participado en el Festival Lauro y hemos ganado el primer lugar, después hemos grabado nuestro primer disco”, comentó.
Cornelia evoca las actuaciones fuera del país, la primera fue al Ecuador y luego otras participaciones en festivales internacionales. Ella asegura que los países que la impactaron fueron Suecia y Japón por el valor que demuestran a la cultura boliviana.
La vida de Cornelia y de su esposo Rubén Porco, guitarrista del grupo, fue un tanto complicada por la llegada de sus hijos Naira e Inti, pues al no contar con apoyo para cuidarlos tuvieron que cumplir con el arte y a la vez con el cuidado de ellos. Hoy, ambos son parte de Norte Potosí, Naira heredó la voz de su madre e Inti es guitarrista.
Para Cornelia es difícil dejar el arte, pese a que muchas veces pensó en ello por algunos altibajos que se le presentaron,
“Mis hijos me dicen que no puedo dejar el grupo, pero sé que si sucediera Naira está ahí, ella tiene su estilo propio en cuanto a la voz y lo hace muy bien”, dijo.
Norte Potosí cuenta con 12 discos grabados, el 80 por ciento con composiciones propias. A Cornelia le pertenecen tres temas, uno de ellos es “Cómo olvidarte” que se lo dedicó a su esposo Rubén, dijo.