4 de marzo (Urgente.bo).- La mañana de este jueves, familiares y vecinos velaron el cuerpo de Limberth Lucana entre mucho dolor e impotencia, tenía 19 años y es la víctima más joven de la tragedia en la Universidad Pública de El Alto (UPEA). Su deceso se registró ayer debido a que no pudo soportar una operación en la cabeza.
Tras la tragedia, Limberth fue enviado al Hospital del Norte en la urbe alteña y ese día su padre pidió justicia para dar con los responsables de la convocatoria a la asamblea universitaria. Entre lágrimas dijo que su hijo postuló para el Colegio Militar, pero no fue aceptado, posteriormente se inscribió en la universidad.
Su madre relató que Limberth acabó el cuartel en enero de este año, y aunque ella le pidió esperar un año para estudiar, su hijo insistió en inscribirse a la universidad. Terminó el colegio el año 2019 en el colegio Mariscal Andrés de Santa Cruz del distrito 5 de El Alto.
“Ayer en la mañana ha salido apurado y me dice mami, estoy yendo, estoy atrasado y rápido voy a regresar”, relató la madre entre lágrimas. “Era un joven bueno y alegre y tenía ganas de estudiar”, añadió su hermana.
La mañana del miércoles, sus familiares llegaron a las puertas del Hospital del Norte tras anoticiarse del deceso. Recibió una intervención quirúrgica en la cabeza, pero no pudo resistir. Aunque la universidad se comprometió a correr con los gastos, no se pronunciaron, denunció la tía.
“Me abrazaba, mami te voy a hacer curar”
Limberth deja un vacío en su familia. Su madre relató que él tenía muchas ganas de estudiar y ser profesional. Recordó que de todos sus hijos, él era el más cariñoso, ya que la abrazaba, y le prometía que la llevaría a curar por el estado de salud delicado.
“Ahí no fue a estudiar, fue a morir, bien cumplido mi hijo, no sabe ni tomar, a la hora siempre llegaba, yo estoy mal de salud y me abrazaba: mami te voy a hacer curar”, relató.
Su hermana lo recuerda como una persona alegre, bueno, sociable, no le gustaban las peleas y sobre todo muy cariñoso con su madre. Indicó que días antes convocó a un partido de fútbol en su zona para encontrarse con sus vecinos y amigos. Era quien unía a la familia.
Sus compañeros de colegio lo recuerdan como alguien alegre y comprometido. “Era muy bueno en fútbol, siempre participaba en los encuentros deportivos, caminaba sonriendo con sus amigos y alguna vez bailó caporal en una hora cívica”, relató una de sus compañeras de colegio.
El fatal accidente ocurrió la mañana del martes cuando las barandas del cuarto piso de un edificio cedieron. Antes que Limberth, tres jovenes murieron de manera instantánea y otros tres durante su internación en el hospital.
