No hay mal que por bien no venga. La difícil experiencia que vivió la familia de Nelva del Rosario durante la pandemia tuvo como resultado un emprendimiento de calditos súper poderosos. Hoy Nelva tiene un exitoso negocio denominado Misk’isitu Calditos y es una de las finalistas del Concurso Emprende Ideas en Gastronomía de la Fundación Samuel Doria Medina.
El hermano menor de Nelva quedó gravemente afectado por el covid 19, llegando incluso a ingresar a terapia intensiva. Para ayudar a su recuperación, ella empezó a cocinar calditos concentrados que le devolvieran la energía.
Poco a poco los “calditos que dan salud” se fueron haciendo famosos entre los vecinos que también necesitaban recuperarse, y asimismo empezaron a ser solicitados por mujeres en periodo de gestación.
El caldo de kawi, elaborado del pecho de la vaca junto a otros ingredientes y especies es lo que Nelva denomina “el caldo maestro”. Este hierve por aproximadamente cinco horas hasta tener toda la consistencia de minerales y proteínas necesarias.
Además del caldo de kawi, en Misk’isitu Calditos los comensales pueden saborear diferentes platos, como: menudito, riñón, ranga, lomo borracho y fricasé paceño. Las fusiones de estos platillos también son una opción para elegir. No hay límites para el sabor.
Este emprendimiento funciona de manera permanente, ofreciendo también almuerzos familiares. Nelva y sus dos hijos atienden personalmente a los clientes, haciéndoles sentir como en casa.
Misk’isitu Calditos es un emprendimiento cochabambino; su nombre proviene del idioma quechua y puede ser traducido como “sabrosito”. Surgió por una expresión que solía decir la hija menor de Nelva, cada vez que le servía caldito.
“Emprender es como estar en una montaña rusa; te invade el miedo de no lograrlo, pero también la felicidad al lograr tus objetivos. Sin duda es el camino correcto para salir adelante. Aprendo permanentemente de mis clientes y también de mi personal. Hoy estoy preparada para la guerra”, señaló una empoderada Nelva.
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