03 de diciembre (Infobae).- El Presidente brasileño, Michel Temer, arribó al aeropuerto de Chapecó una hora antes de la llegada del primer avión con los cuerpos de los futbolistas. Allí iba a participar de un pequeño acto oficial.
El homenaje, dentro de la base aérea, terminó por suspenderse a raíz de la lluvia que cubre la ciudad de Chapecó. La ceremonia principal se llevará a cabo directamente en el estadio donde se esperan casi 100 mil personas.
Dos aviones de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) aterrizaron con los féretros de los 51 miembros de la delegación del equipo "revelación de la Sudamérica".
Un grupo de militares se encarga de transportar los cuerpos desde la aeronave hacia los camiones que terminarán el recorrido en el estadio del club.
Por momentos el Presidente se detuvo en la marcha de los soldados para apoyar su mano sobre algunos ataúdes. Posteriormente se dirigirá al Arena Condá para participar de la ceremonia.
El tercer avión aterrizó en Río de Janeiro con el resto de los cuerpos, periodistas en su mayoría. Allí también se organizó una ceremonia.
La ciudad brasileña de Chapecó colapsa este sábado con el funeral colectivo a las víctimas del avión que transportaba al equipo local, el Chapecoense.
Miembros de todas las fuerzas de Seguridad brasileñas participan en los preparativos del funeral, que se desarrolla en el Arena Condá, el estadio del equipo, con la presencia de más de 100.000 personas.
El avión de la aerolínea boliviana LAMIA, que transportaba al Chapecoense a Medellín, se estrelló en la noche del lunes en las proximidades del aeropuerto de esta ciudad colombiana y provocó la muerte de 71 de sus 77 ocupantes.
El equipo brasileño perdió a 19 de sus jugadores, casi todo el cuerpo técnico, gran parte de la directiva y sus invitados, entre ellos una veintena de periodistas deportivos.
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