25 de marzo (Urgente.bo).- La expansión masiva del coronavirus en Bolivia es inminente, alertan las autoridades en salud y anuncian preparativos para enfrentar la “tormenta epidemiológica” que se asoma paulatinamente. En esta situación es vital el papel que juegan los profesionales en salud, quienes deben madrugar y por la declaratoria de cuarentena total, muchos deben caminar largos recorridos hasta llegar hasta el centro de salud en el que prestan servicio.
Fernando Romero, representante del Sindicato de Ramas Médicas de Salud Pública (SIRMES) de La Paz, relató que actualmente los centros de salud de La Paz tienen carencias de insumos, equipos y materiales para atender a los pacientes y sin contar con lo necesario se exponen a muchos riesgos.
“Muchos colegas tienen que caminar un largo trayecto, otros viven en El Alto y de ahí tiene que llegar al hospital del Niño, al hospital de la Mujer, muy pocos tienen movilidad para transitar. Ese es el primer esfuerzo, llegar al hospital”, contó Romero.
Los médicos, al llegar al centro de salud en el que trabajan, lo primero que se encuentra es largas filas de pacientes esperando ser atendidos, algunos tosiendo, hay presencia de niños, pacientes con problemas ginecológicos y respiratorios, siguió contando.
A la llegada al hospital, los médicos y enfermeras se enfrentan a la falta de batas, barbijos, guantes y tienen que buscar maneras para continuar con su jornada laborar pese a la carencia de esos materiales e insumos.
“Empezamos a reunirnos con el equipo y vemos que no contamos con batas, máscara. (…) y uno dice aunque me pondré doble máscara (para la atención del paciente), aunque no sirve, pero por desesperación (hay que hacerlo)”, relató.
Romero recordó que hay momentos en los que por no contar con los materiales de seguridad, tienen que hablar al paciente con cierta distancia para evitar el contagio de alguna enfermedad, pero hay momentos, por ejemplo en pacientes sospechosos con coronavirus que están convulsionando o con hemorragia, al que sí o sí se le tiene que atender de cerca exponiéndose al contagio.
“Al mediodía podemos tener algún alimento ahí y si no, seguimos en el trabajo porque hay muchos centros (de salud) en los que sólo hay un médico y una enfermera atendiendo a los pacientes”, explicó a tiempo de puntualizar que el hospital de la Mujer no cuentan con un comedor o cocinera que les pueda proporcionar alimentos, tampoco se cuenta con una sala adecuada para que los médicos y enfermeras puedan descansar.
Los auxiliares en enfermería son los que más se exponen al no contar con los materiales necesarios, porque tienen la función de hacer limpieza de los restos que dejan los pacientes que reciben atención.
“El auxiliar tiene que ir, recoger sábanas, sangre, eliminar restos que dejan los pacientes, ellas están mucho más expuestas todavía porque no cuentan con la bata, ni el barbijo, ni los lentes, ni las botas, ni los guantes”, explicó.
Romero indicó que los médicos y enfermeras deberían llegar al centro de salud y tener listo su bata, su barbijo, los guantes y las botas para iniciar a trabajar en la atención de pacientes, pero la realidad es otra. “Eso es un sueño muy lejano para nosotros”, expresó.
El médico señaló que en algunas ocasiones los propios médicos y enfermeras se ven obligados a comparar los materiales de seguridad con sus propios recursos.
En esta emergencia mundial, en algunos países se evidencia la carencia del sistema de salud, Bolivia es un ejemplo, donde desde hace varios años los profesionales en salud reclaman mejores condiciones, sin embargo, los Gobiernos de turno poco o nada de atención prestaron.