La Paz, 16 de septiembre (Soledad Mena, El Compadre).- “Después de que me invitan a participar, por primera vez, en el programa Sábados Populares, a la edad de nueve años, fui a mi colegio y allí todos me empezaron a mirar mal, ya no me querían hablar y me dijeron: ‘Allí viene la chola Remedios, esa es la chola que va al canal cuatro’”, recordó Mónica Ergueta. Ella es una intérprete del género cumbia y empezó de niña como cantante de temas folclóricos. Es allí donde fue discriminada.
En una entrevista con el semanario El Compadre, la cantante paceña tiene sus raíces en Pelechuco de la provincia Franz Tamayo (La Paz), contó cómo su fama y éxito estuvieron también marcados por el acoso y la discriminación.
La primera vez que fue discriminada lo sintió en carne propia en el colegio donde se relacionaba con hijos de ministros, senadores y policías. “Yo reaccioné con un manazo, los profesores no contaron el insulto que sufrí, sino el manazo que di en defensa propia. Me castigaron, me sacaron del colegio”, recuerda.
Dice que Carlos Palenque, su mentor y dueño del sistema de comunicaciones RTP, le dijo que debía sentirse orgullosa cuando la compararon con Remedios Loza, porque ella es una gran mujer.
Ese es un episodio de su vida, donde aprendió a defenderse y y a demostrar un carácter fuerte, haciéndose valer por sí misma.
“Tuve que cambiar el carácter, tuve que ser más aguerrida, más fuerte para defenderme de las pugnas que tenía en el colegio con mis compañeros”, expresó.
La situación fue más incómoda cuando ya estaba en la Promoción, porque recibía “palo” de los maestros por haber filmado un video para un grupo tropical, donde usaba ropa sexy. “Me molestaban los profesores. Siempre sufrí. Para mí era muy importante el arte (…) He recibido tanta mala onda, mala vibra”.
Cada vez su carácter se hizo más fuerte. “Era más respondona”. Una vez que pasó la adolescencia, le hicieron otro tipo de insinuaciones que ya no eran bullying, sino acoso. Allí también se defendió: “No faltaba un empresario que me insinuaba, respondía con palabras fuertes, respondía con golpes”, dice la exitosa intérprete de “Él mintió” y “Tronco Seco”.
Cuando quiso incursionar en el género cumbia, le dijeron que se dedique a ser bailarina porque su voz no le ayudaría. Y una vez más, se negó a caer. “Cuando les digan algo malo, no tienen que hacer caso, tienen que hacer caso a lo que sienten, luchen por lo que sienten”, aconseja.
Creció en medio de policías: “Hacía mis tareas al lado de los policías”, apuntó. De no ser artista, habría sido policía por la influencia de su padre, pero su pasión fue más fuerte y eligió ser cantante. Lleva 30 años de vida artística con éxito, pero critica que no haya una ley que los defienda.
“Llegamos a una madurez artística y nos damos cuenta de que los artistas no tenemos nada, estamos desamparados. Hasta los perritos tienen leyes, necesitamos un trato más preferente porque sentimos y tenemos magia”, manifestó.
Ella hace suya la canción “Tronco seco” que tiene un mensaje para levantar a las mujeres débiles y “lloronas” cuando estén tristes.
Hubo un tiempo en que pensó dejar la música para ser madre y esposa a cuidar de sus dos hijas, pero el amor tocó su puerta y conoció a Limber Gutiérrez, ex vocalista de Los Korys, con quien conformó el grupo La Conga que ofrece el show de Mónica Ergueta, la mujer que no cede ante las presiones.