Un auditorio repleto de mujeres y algunos hombres conoció la noche del viernes las positivas experiencias que resultaron en Perú y Colombia, donde las profesionales y operarias del mundo de la minería avanzaron para ser reconocidas, a pesar de las visiones machistas que persisten en este sector de la economía.
Jóvenes profesionales que estudian Geología, Ingeniería de Minas y administración de empresas acudieron a este evento llamado “Mujeres en la industria minera”, patrocinada por la empresa NPM Minerales y que se realizó en la ciudad de La Paz, donde conocieron las positivas experiencias de la región y que han permitido una mayor participación femenina en un sector predominantemente masculino.
Ana Milena Vásquez, presidenta de Women in Mining (WIM) Colombia, Karina Zevallos, presidente de WIM Perú, y Ana María Araníbar, titular de WIN Bolivia, fueron las ponentes de una realidad que cambia gradualmente y que logra respaldo porque las mujeres logran beneficios importantes para el sector minero, según sostuvieron las ponentes.
“La equidad de género es un buen negocio, porque permite construir economías fuertes, establecer sociedades más estables y justas, porque permite alcanzar los objetivos de desarrollo, sostenibilidad y derechos humanos acordados internacionalmente, mejora la calidad de vida de las mujeres, de los hombres, de las familias y de las comunidades y facilita la promoción de los objetivos de las empresas”, sostuvo Ana Milena Vásquez, presidenta de WIM Colombia.
En el evento hubo un conversatorio en el que se argumentó sobre la necesidad de dar mayor participación a la mujer en el sector minero. También se conoció la historia de bolivianas que tuvieron que lidiar con el machismo, pero al final lograron destacar en el ejército de trabajadores y contribuyen a las empresas mineras.
“Si la tasa de participación de las mujeres en el mercado laboral alcanzara a la de los hombres, para el año 2030, el PIB de los OCDE países aumentaría en un 12%”, aseguró Vásquez.
De hecho, el aporte de las mujeres al sector minero se traduce en mayor beneficio para las empresas, en una mejor operación de los equipos para las actividades mineras y, finalmente, en una mejor calidad de vida de las familias relacionadas con las empresas. “Hay estudios que muestran una relación directa de mayor participación de la mujer en cargos de dirección con un mejor desempeño, sostenibilidad y reducción de la conflictividad social y mejor relacionamiento con las comunidades”, puntualizó Vásquez.
La representante colombiana destacó que la participación de la mujer crece en el país andino gracias al respaldo de las empresas del sector y de la institucionalidad pública.
El caso del Perú
Karina Zeballos es ingeniera industrial y con dilatada experiencia en el sector. Ella es presidenta de WIM Perú, una entidad que ha logrado el respaldo de profesionales, empresas, consultores y otros vinculados con la minería, con el fin de lograr que las mujeres tengan mayores oportunidades.
Zevallos explicó que en el periodo 2013 y 2023 la participación de la mujer en la minería peruana ha tenido un escaso crecimiento, pasó del 6,7% al 7,6%, movilidad que se refleja principalmente en los cargos directivos, mientras que en el ámbito operario hay menor presencia femenina.
Explicó que en el sector administrativo, el 21,9% de los cargos son ejercidos por mujeres, mientras que en el ámbito operario apenas se llega al 3,6%.
div class="media media-element-container media-default">“El empleo ha crecido en 30% en los últimos 10 años. No obstante, la participación de las mujeres en ese tiempo solo ha crecido en 1%”, lamenta la representante peruana en el evento auspiciado por NPM Minerales.
De todas maneras, la perspectiva de una mayor presencia de las mujeres en la minería es posible, precisamente por el interés de empresas que saben que las féminas ofrecen mayor beneficios. “Hay una empresa que fabrica camiones que tiene un programa sólido para formar operarias, hay una alianza entre academia y empresas para formar mujeres técnicas que presten servicios”, añadió Zeballos.
El caso Bolivia
Ana María Araníbar fue la profesional boliviana que representó al país en este encuentro que busca generar mayores oportunidades; un camino es el impulso a la iniciativa WIM Bolivia.
Araníbar que en Bolivia hay una apertura lenta de las empresas mineras a la participación de la mujer en cargos directivos y lamentó que las estructuras culturales y sociales afecten a las aspiraciones de las mujeres para tener mayor presencia en este sector.
“En Bolivia se necesita romper los estereotipos y para aquello se requieren políticas públicas para que incorporen la equidad de género en la industria minera”, planteó Araníbar.
En ese contexto es que WIM Bolivia busca visibilizar y potenciar el trabajo de mujeres profesionales en la minería. “En la actualidad se cuenta con un grueso número de profesionales de la UTO, Tomas Frías y San Andrés y es un reto para las profesionales empezar a liderar cargos en las pocas empresas que operan en el país, pero se necesita una mayor apertura de las empresas”, remarcó Aranibar.