Las jaurías de perros que merodean en el área rural de El Alto tienen sin vida a los comunarios de Alto Milluni. Esta semana nuevamente uno de los grupos de canes silvestres atacó al ganado camélido y mató al menos a 20 llamas que tuvieron que ser enterradas con apoyo de la alcaldía de El Alto.
El viernes, la Alcaldía de El Alto se trasladó a Alto Milluni en el Distrito 13, para verificar la muerte de 20 llamas a causa de un ataque de “perros salvajes”. Las autoridades municipales analizarán medidas preventivas evitar futuros ataques similares. En ese marco, se ofreció asistencia a la familia afectada, con maquinaria pesada para cavar tumbas y así enterrar a los animales.
Las jaurías de perros atacan ganado de ovejas y llamas con el único fin de eliminarlos, porque sus víctimas son atacadas en el cuello hasta que pierdan la vida.
“Estamos enterrando a las víctimas de una jauría de perros salvajes, que todavía siguen atacando a las comunidades, que todavía siguen lastimando a nuestra familia dedicada a la crianza de la llama, y que ahora han perdido parte de su capital”, informó el secretario Municipal de Desarrollo Económico, Elvin Linares.
El funcionario municipal hizo un llamado y pidió conciencia a la población sobre la tenencia responsable de canes, ya que este sería el resultado de abandonar a un perro doméstico. Estos perros vuelven a su estado silvestre y se dirigen al área rural en búsqueda de alimento, atacando a los animales.
Los productores de carne de camélidos están desesperados por el ataque de las jaurías que se intensificó hace unos tres años. Los episodios de matanza de animales se hacen frecuentes y las pérdidas económicas son mayores. “Primero intenté luchar contra estos perros salvajes, pero como eran muchos quisieron atacarme por lo que tuve mucho miedo y pedí auxilio a mis vecinos y junto con ellos tuvimos que ahuyentarlos, pero mis animalitos ya estaban muertos”, relató doña Silvia.
Linares sugiere revisar y modificar la Ley N° 700 Para la defensa de los animales, contra la crueldad y el maltrato, para establecer compensaciones por los daños ocasionados a aquellas familias, cuya única fuente de ingresos económicos proviene de la crianza de llamas.
Asimismo, pidió la presencia de la Gobernación de La Paz y del Gobierno Central, para atender este tipo de situaciones. Además, hizo un llamado a la conciencia de los activistas defensores de animales y constaten la realidad de los comunarios y cómo sufren por sus pérdidas.
En esa línea, el subalcalde del Distrito 13, Constantino Alanoca, mencionó que los ataques se registran cada año, y solicitó a las autoridades tomar medidas, pues se teme por la vida de los animales y los habitantes de la comunidad.
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