Diciembre 22, 2024 -H-

Ojalá el 2019 sea el candidato

Para nuestro caso la superación del jefazo, del mito alrededor de él y de la errónea idea del “socialismo del siglo xxi”; solo se puede producir agotándose como posibilidad en el campo electoral donde ha pugnado estos casi 15 años.


Miércoles 1 de Marzo de 2017, 11:45am






-

No es ironía, ni es una burla.  Es un deseo profundo de que ocurra así. Por la forma en la cual funciona el gobierno y su partido, al margen de argumentos constitucionales, procedimientos legales, ética o sentido común, es altamente probable que mi deseo se hará realidad.

¿Por qué el deseo de que sea candidato el 2019? Porque, para responderlo en pocas palabras, es en ese espacio en que debe ser derrotado. Lo contrario será alimentar un mito.

Resultados electorales 2005-2015

Revisemos los resultados electorales de los últimos años:

  • En las elecciones de domingo 18 de diciembre 2005, Morales obtuvo el 53,72% de los votos, asumió el poder el 22 de enero de 2006.
  • En la elección para representantes ante la Asamblea Constituyente llevada adelante el 2 de julio de 2006, el MAS obtuvo 137 de los 255 asambleístas
  • El MAS gana en Oruro, La Paz, Potosí, Cochabamba y Chuquisaca.  Pierde en Beni, Pando Tarija y Santa Cruz durante el referendo autonómico de 2006.
  • En el referendo revocatorio 10 de agosto de 2008, Evo es ratificado en su cargo con el 67,43%
  • El 25 de enero de 2009 se realiza el referéndum para la aprobación de la Constitución. El voto aprobatorio fue de 61,43%
  • El 6 de diciembre de 2009 se celebraron unas nuevas elecciones presidenciales, en las que Morales logró la reelección con el 64,22 % de los votos y reasumió la presidencia de Bolivia el 22 de enero de 2010.
  • En las elecciones subnacionales de 2009 (gobernación municipios y regiones) el MAS obtiene la victoria en 234 de 327 municipios.
  • En las elecciones judiciales en Bolivia 16 de octubre de 2011, los votos válidos fueron el 42,34% y el resto fueron nulos y blancos.
  • El 12 de octubre de 2014 ganó con 61,3% las elecciones presidenciales, con lo cual gobernará hasta el 22 de enero de 2020.
  • En las elecciones su nacionales de 2015 en 6 de 9 gobernaciones y en 228 de 339 municipios hay una victoria del MAS
  • En el referendo autonómico 2015 gano el NO en 5 de los 9 departamentos. La Paz, Oruro, Potosí, Cochabamba y Chuquisaca le dan la espalda a la reelección.

Es decir en este periodo de 10 años se producen 11 procesos electorales de diferentes naturaleza y lógica y en todos ellos es victorioso el MAS con excepción del particular resultado de las elecciones judiciales.

El mito de Villarroel

Guillermo Lora escribió en “Lucha Obrera” periódico del Partido Obrero Revolucionario, POR, el 15 de febrero de 1947 un artículo titulado Autopsia de un mito (el villarroelismo en las minas) en el cual se plantea: “Los trabajadores para oponerse a los avances de la feudal burguesía (rosca) no han encontrado mejor nombre que el de Villarroel; así expresan su deseo de defender las reivindicaciones logradas y luchar por otras conquistas que les permitan tener un pedazo más de pan y de libertad. Al adoptar tal camino se colocan en una posición revolucionaria, pero paradójicamente identifican ese camino con la enconada defensa de la memoria de Villarroel...El POR en un comunicado del mes de julio de 1946 acertadamente afirmaba que los mineros al decir, ¡Gloria Villarroel!” no querían decir viva el régimen opresor, sino vivan las reivindicaciones sociales logradas, las leyes sociales y vivan los obreros que luchan por una sociedad más justa”

El colgamiento de Gualberto Villarroel, cortó abruptamente la maduración de las masas y permitió el surgimiento del “mito de Villarroel” que posteriormente permite entender el gobierno del MNR del 52 al 64. Es decir el villarroelismo fue constituido en símbolo de las aspiraciones de los trabajadores atribuyéndole banderas revolucionarias y libertarias enarboladas en la Tesis de Pulacayo. El MNR se apropia de esos símbolos en el 1952 y por eso señala Lora “llega al poder con traje prestado”.

La maduración política es entendida en Lora como un ciclo en el cual las masas recorren un camino transitando desde la incertidumbre y desconfianza inicial, pasando por el enamoramiento apasionado, para concluir finalmente en la ruptura e independencia de clase.

En ese ciclo de maduración política, un momento clave es la finalización del ciclo, que se produce por la negación de las banderas de lucha que enarbola el movimiento u organización política. En ese mismo razonamiento, para Lora, el fin del ciclo del nacionalismo revolucionario del MNR, se produce recién en la Masacre de Todos Santos, cuando el movimientismo a través de Guillermo Bedregal se alía a grupos militares antipatria y de la anti nación acaudillados por Natusch  Busch para hacerse del poder. A pesar de que la crisis se inicia con el MNR apoyando a Banzer en el 1971.

Analizando en paralelo, ¿cuándo entonces se produce el fin del ciclo masista? El momento crucial de la ruptura es el momento en que el MAS-IPSP ordena la represión de la marcha indígena en defensa del TIPNIS. La principal bandera que le daba sentido histórico como respuesta política al masismo era ser portavoz de las banderas de pueblos indígenas y originarios. Al momento de enfrentarse a esos postulados y negarlas se produce el inicio del fin del ciclo masista.

Pero al igual que en el caso del MNR, la conclusión del ciclo de maduración política no ocurre inmediatamente después al inicio de ese mismo ciclo; puede durar muchos años. Por esa razón, es importante que el descrédito, la desconfianza y la desesperanza se vivan en todo su ciclo y ese sentimiento se traduzca en voto de rechazo el 2019.

Villarroel se convirtió en un mito porque se truncó su gobierno cuando fue colgado impidiendo la maduración de las masas y generó un falso símbolo.  El “jefazo” ha encarnado erróneamente la incorporación de los pueblos indígenas al Estado boliviano, la vigencia y el ejercicio pleno de sus derechos y su autogobierno.

Guillermo Lora señala: “La liberación real de los explotados exigía, desde esa época, que el mito fuese superado. Sólo la experiencia de la masa, acerca de las limitaciones e incapacidad de un segundo régimen movimientista, podía permitir que aquellas superasen políticamente al MNR y al mito villarroelista. La propaganda de los grupos y partidos marxistas, aunque no despreciable, cumplió un papel secundario en todo este proceso” (Historia del Movimiento Obrero Boliviano Tomo iv).

Para nuestro caso la superación del jefazo, del mito alrededor de él y de la errónea idea del “socialismo del siglo xxi”; solo se puede producir agotándose como posibilidad en el campo electoral donde ha pugnado estos casi 15 años.

.