01 de agosto (Infobae).- En una entrevista concedida a BBC, la presidente suspendida de Brasil,Dilma Rousseff, prometió dar lucha hasta el final del proceso de juicio político e indicó que será recordada por no haberse dado un "tiro en el pecho" pese a todo lo que atravesó.
"No me deprimo, querido. Un amigo me decía que estoy enferma porque no tengo esa enfermedad. Creo que también voy a ser conocida como la primera mujer que pese a todo no se dio un tiro en el pecho y tampoco renunció", señaló Rousseff al compararse con el ex presidente Getúlio Vargas en una entrevista ofrecida a ese medio inglés desde el palacio presidencial de la Alvorada, donde todavía reside.Vargas se suicidó de un disparo en el corazón en medio de una grave crisis política en 1954.
Rousseff, cuyo juicio político para su destitución definitiva comenzará el próximo 29 de agosto, vive por estos días en la soledad de ese edificio oficial de Brasilia, donde permanece hasta que se defina su situación procesal. Allí recibe las visitas -cada vez más esporádicas- de dirigentes políticos, líderes del parlamento brasileño y de su "gabinete" de asesores.
Rousseff se defiende de las acusaciones y repite que es víctima de un golpe de estado. En la soledad de los 7.500 metros cuadrados del lujoso palacio gubernamental, la mandataria en suspenso indica: "Creo que el sistema político de Brasil y el Partido de los Trabajadores (PT) en particular tienen que hacer autocrítica y mea culpa. Porque de una cierta forma fue contaminado por la política tradicional", subraya.
"Lo qu
está incorrecto en este proceso es la demonización del PT. La realidad está mostrando que todos aquellos que hacían y tiraban piedras al PT también tienen sus tejados de vidrio y ahora están siendo investigados", agrega Dilma, mientras explica cómo pasa los días en la Alvorada haciendo ejercicios rutinarios y yendo cada fin de semana a visitar a su hija en Puerto Alegre.Entre las actividades que tiene prevista Rousseff está la de enviar una carta al parlamento brasileño para que se convoque a un plebiscito para escapar de la crisis política que vive el país. "Sólo puede haber una recomposición de la democracia en Brasil a través de la consulta popular", dice, aunque admite que "puede ser difícil que pase".