Con entusiasmo y alegría, como cuando un niño recibe el regalo más grandioso, los adultos mayores asilados en el hogar Sagrada Familia de Oruro esperaron la noticia que las religiosas de la Congregación de las Hermanas de los Ancianos Desamparados llevaron al centro, tras recibir el cheque con el monto recaudado por el programa de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) SÍ QUIERO de Farmacorp, que llegó a Bs 12.141,79, gracias a las donaciones de los orureños en las dos sucursales de esa ciudad.
“Esta entrega se hizo con mucho cariño y esperanza. Como cada año, esperamos que la solidaridad de los orureños se multiplique y que se puedan cubrir las principales necesidades de los ancianitos, quienes merecen vivir con dignidad y respeto. Gracias al amor que reciben de las hermanas voluntarias de la congregación sabemos que están bien cuidados y protegidos”, señaló la coordinadora regional de Farmacias Corporativas en Oruro, Elibe Calani.
La Congregación de las Hermanas de los Ancianos Desamparados agradeció a la población, en nombre del casi centenar de adultos mayores, entre mujeres y hombres, que por diversas razones se encuentran asilados en la institución y requieren el apoyo de la población.
Desde su fundación, que fue el 18 diciembre de 1912, “La Sagrada Familia” obtuvo sus recursos económicos mediante las donaciones por parte de instituciones, personas solidarias y con el apoyo del Estado: recursos que no siempre son suficientes frente a la gran necesidad que se tiene a diario en el asilo. Razón por la cual, otro de los objetivos es sensibilizar a la población y animar a que sean parte de algunas campañas que se realizan para recaudar fondos, medicamentos, pañales, ropa o cualquier cosa que pueda garantizar una vida digna, alimentación, salud y seguridad.
“Ellos son como nuestros padres que, por alguna circunstancia, están asilados en el hogar Sagrada Familia; no los abandonemos como sociedad, no seamos indiferentes. Muchos de los adultos mayores están solos, por eso estamos profundamente agradecidos con el trabajo que realizan las religiosas, brindándoles atención, alimento, amor y alegría a través de diferentes actividades lúdicas y recreativas, garantizando su buen vivir; pero también agradecemos a nuestros clientes que siempre están ahí para ayudar”, expresó Sissi Añez, gerente de Comunicación y RSE de Farmacorp, quien también destacó el trabajo de las asesoras de farmacia que hicieron posible que los centavitos se multipliquen y lleguen ahora al asilo.
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