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Santa Cruz busca pacto contra la violencia en el fútbol

Tras los hechos violentos generados en Santa Cruz el domingo entre las barras de Oriente Petrolero y Wilstermann, la Gobernación cruceña para frenen los hechos vandálicos en espectáculos deportivos.


Martes 3 de Mayo de 2016, 9:45pm






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Las pruebas de la violencia en el Tahuichi (foto El Deber)

Santa Cruz, 3 de mayo (Urgentebo).- Tras los hechos violentos generados en Santa Cruz el domingo en la noche entre las barras de Oriente Petrolero y Wilstermann, la Gobernación cruceña decidió convocar a una reunión interinstitucional para establecer acciones que frenen los hechos vandálicos en espectáculos deportivos.

El secretario de seguridad, Enrique Bruno, afirmó que se ha convocado al Ministerio de Gobierno, la Policía Departamental, la dirigencia de la Liga Fútbol Profesional Boliviano, los dirigentes de clubes cruceños, Blooming y Oriente y el municipio para una las 16.00 del jueves en predios de la Secretaría de Seguridad Ciudadana.

“Es muy importante que estos hechos de violencia no se repitan más porque no le hacen bien al deporte, al fútbol y a la sociedad porque esto desincentiva a los espectadores ir al estadio y más aún si van mujeres o niños porque esto genera un sensación de inseguridad en la población”, aseveró.

El domingo tras el compromiso en el luego de un partido jugado en el estadio Tahuichi Aguilera, correspondiente al décimo sexta fecha de la Liga, los hinchas de Wilstermann fueron perseguidos por sus similares de Oriente mientras se dirigían a tomar sus buses parqueados en el Parque Urbano, ubicado a 10 cuadras de estadio.

Los seguidores del equipo cochabambino entraron por la fuerza a viviendas particulares para resguardarse del ataque de los locales que en el momento de arremeter contra sus “rivales” destrozaron inmuebles como un centro de Prosalud y una vivienda particular.

Los daños fueron de magnitud porque la administración del centro de salud decidió el martes no atender hasta el jueves.

Lo mismo en la vivienda particular se destrozaron muebles enseres e incluso se sustrajeron dinero y joyas.

Guerra anunciada

El accionar de la Policía fue pasivo y sin previsión incluso con el antecedente de que antes del compromiso se decomisaron de las hinchadas ‘Los Gurkas” de Wilstermann y La Pesada y Los de Siempre de Oriente Petrolero armas punzo cortantes y objetos contundentes

Tras el vandalismo, la Policía detuvo a 21 hinchas de Wilstermann, retuvo a ocho y liberó al resto por no encontrar responsabilidad en sus actos.

De las barras de Oriente no hubo ningún detenido pese a que las evidencias y los testigos relatan que fueron los principales gestores de la violencia callejera.

Mea culpa policial

El subcomandante de la Policía de Santa Cruz, Eduardo Lema, reconoció que hubo deficiencias en el control de las hinchadas; sin embargo justificó el accionar de las fuerzas del orden al señalar que no se imaginaban que habría tal desborde.

“No se tomó la previsión de escoltar a la hinchada de Wilstermann en un espacio territorial más largo, es cierto, pero tampoco podríamos distraer a todo nuestro personal solamente custodiándolos a ellos. No creímos que esto iba a degenerar en lo que ha ocurrido”, justificó Lema

Para los vecinos la Policía llegó tarde y consideran como un hecho inconcebible que no se haya escoltado a la barra aviadora sabiendo que había una alerta de violencia que se reflejó en el propio escenario deportivo.

Para el resguardo dentro y fuera del escenario, la Policía dispuso de 1.500 efectivos que al finalizar el compromiso al percatarse que en inmediaciones del estadio no habían enfrentamientos, decidieron retirarse.

“El hecho sucedió a 10 cuadras del estadio, La Policía no se percató de que podría derivar en esto. Todos sabemos que las barras de Oriente sin lideradas por gente que ha estado en Palmasola o son pandilleros que su único fin es generar violencia y no fútbol, para mí la Policía se está lavando las manos”, dijo el dirigente vecinal Roberto Aguirre.

Justicia benévola

El martes en la mañana, tras una audiencia en el Juzgado 2º en lo Cautelar, los aprehendidos de la barra Los Gurkas fueron beneficiados con medidas sustitutivas y tienen que presentarse cada mes a comparecer ante la justicia en Santa Cruz.

La fiscal, Nancy Carrasco justificó la libertad de los detenidos porque “no serían los responsables de los destrozos y se está investigando los hechos para dar con los autores y resarcir los daños causados en dos viviendas y un centro de salud”, recalcó.

Aguirre señala que no es la primera vez que queda impune el accionar de los hinchas por generar violencia contra la población tanto dentro como fuera del campo deportivo

“Está lejos con que se dé con los autores o los cabecillas porque están blindados y protegidos por los dirigentes del mismo club”, acotó.

Al respecto la ni el presidente y menos la dirigencia verdolaga se pronunció sobre los hechos acontecidos el domingo.

Barras violentas

El ir a ver un espectáculo de fútbol en los escenarios de Bolivia en familia ya es cosa del pasado porque desde la conformación de las barras bravas se han dado una serie de sucesos que muestran una escalada de violencia que nadie puede parar.

En Santa Cruz las barras de Oriente Petrolero han protagonizado una serie de hechos violentos tanto internos como externos. El poder que ejercen los jefes de sus barras intimida incluso a dirigentes y jugadores.

En varias oportunidades cuando un equipo de La Paz o Cochabamba logra un buen resultado los hinchas de La Pesada y Los de Siempre provocaron destrozos y agresiones en el mercado La Ramada (ubicada a tres cuadras del estadio) como una represalia ‘a la gente del interior’ o ‘kollas’.

Similar actitud provocan ‘Los Chiflados’ de Blooming que actúan en base a consignas regionalistas y racistas que al final quedan en la impunidad porque los afectados deciden no seguir con los procesos por temor y falta de recursos.

Estas barras también tienen pugnas internas que convierten las tribunas del estadio en verdaderos campos de batalla con saldos de heridos incluso en algunos casos se lamentaron muertes que fueron tratados como hechos aislados.

En Cochabamba la violencia está en manos de Los Gurkas, cuyo nombre lo tomaron de un grupo de aviadores alemanes nazis mercenarios de la segunda guerra mundial.

Este grupo que se reúne en la tribuna norte del Estadio Félix Capriles, a través de redes sociales se ha arrogado la autoría de introducir gases lacrimógenos a las tribunas rivales como de Aurora y San José como si se tratara de un grupo terrorista.

Estos atentados que han generado avalanchas humanas y que dejaron como saldo varios heridos no se investigaron y menos se identificaron a sus autores.

Los Gurkas también tienen antecedentes de violencia en el interior. El más reciente fue el 2015, en la ciudad de Oruro, donde más de treinta barrabravas fueron detenidos por provocar daños al ornato público y destrozos en vehículos estacionados, al final, todos fueron liberados con la presentación de garantías y sin resarcir los daños.

La Ultrasur y la Vieja Escuela, de The Strongest y Bolívar respectivamente, tampoco se quedan atrás y en más de una oportunidad han protagonizado hechos vandálicos tanto en la ciudad de La Paz como en el interior.

Estas barras que muchas veces atraen a pandilleros y otros infiltrados, en los días de ‘clásico’, han convertido las calles paceñas en verdaderos campos de batalla sin importar el resultado que se haya producido en el partido de fútbol.

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