Diciembre 26, 2024 -H-

Sobre el mito del anatocismo y otros sofismas


Martes 17 de Septiembre de 2024, 10:30am






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En los últimos días se vienen escuchando algunas voces aisladas de grupos de personas que, atribuyéndose la representatividad de todos los prestatarios del sistema financiero nacional, pregonan que las entidades financieras estarían cometiendo abusos con ellos indicando que, a partir de la aplicación de mecanismos como las reprogramaciones, diferimientos o períodos de gracia, se estarían generando cobros excesivos que harían que no puedan cumplir con sus obligaciones crediticias.

Miembros de ese grupo de personas, acusan a las entidades financieras del país de cobrar ilegalmente intereses sobre intereses, lo cual se conoce como “anatocismo” y sin que la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) lo impida. Según esta acusación, los bancos estarían aumentando de forma arbitraria las deudas de sus clientes, llegando a duplicarlas o triplicarlas.

Al respecto, es importante aclarar que el marco de la legislación vigente el anatocismo es una práctica que, como ocurre en varios países, está prohibida en Bolivia, criterio que por supuesto se aplica a los créditos que otorgan las entidades financieras. La normativa así establecida, funciona bien para la inmensa mayoría de los prestatarios, pues a partir de la información pública se evidencia que estos cumplen de manera puntual con el pago de sus obligaciones sin mayores inconvenientes.

Sin embargo, en caso de presentarse algún desvío a la normativa señalada, es fundamental que los consumidores financieros estén informados sobre sus derechos y denuncien cualquier irregularidad, existiendo los mecanismos necesarios para canalizar estas situaciones a través de las mismas entidades financieras y de ASFI.

En ese contexto, cualquier persona que tenga dudas sobre los pagos de sus créditos o considere que los intereses cobrados son excesivos y no responden a la obligación contraída en su momento, debería acudir directamente a su entidad financiera realizando un reclamo en primera instancia y, si es necesario, solicitar la intervención de la ASFI para resolver la situación, lo que es conocido como reclamo en segunda instancia.

Por otro lado, mencionar que los datos que está manejando este grupo de prestatarios no concuerdan con la información oficial publicada por ASFI, pues indican por ejemplo que “existe un millón de bolivianos que están a punto de perder sus casas”, cuando el número de prestatarios del sistema financiero es poco menos de dos millones y el índice de mora es solamente de 3.5%., mostrando esto que la inmensa mayoría de los prestatarios cumplen puntualmente con el pago de sus préstamos.

Asimismo, refieren que los prestatarios no estuvieran pudiendo pagar sus préstamos bancarios después de haberse beneficiado con mecanismos como el diferimiento, reprogramaciones o períodos de gracia, cuando según los datos oficiales, la cartera diferida pasó de representar el 10,4% del total de la cartera en 2020 a menos del 2% en 2024, aspecto que demuestra que la gran mayoría de los consumidores financieros con estos préstamos retomaron el pago normal de los mismos.

Lo señalado previamente muestra claramente que las declaraciones vertidas en días recientes por los mencionados grupos de personas carecen de veracidad y seriedad, por lo que cabe preguntarse ¿qué podría estar detrás de esas declaraciones?

Uno de los aspectos que podría explicar el citado comportamiento, el más benevolente, es pensar que por desconocimiento y desinformación hay algunas personas que consideran que se les está cobrando más allá de lo que convinieron con las entidades financieras, lo que se soluciona acercándose a las mismas y pidiendo las explicaciones necesarias. Otro factor que puede explicar este tipo de movimientos es que hay otro tipo de intereses, que pudieran ser de orden político en la coyuntura muy particular que vive el país, o de orden personal al no querer honrar las obligaciones contraídas con las entidades bancarias, ya que se escuchó las voces de condonación total de intereses por ejemplo, cuando la gran mayoría de los prestatarios del país, concordante con la buena cultura de pagos existente, hace todos los esfuerzos para cumplir con las obligaciones que contrae de manera puntual, pues esto ayuda a mantener un circulo virtuoso entre el ahorro y la canalización de financiamiento para distintas finalidades.

En ese marco, conviene estar atento y no dejarse sorprender con movimientos, que sopretexto de anatocismo u otros sofismas, pretenden generar incertidumbre y desestabilizar el sistema financiero nacional.

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