En este día del padre quiero hacer pública una confesión a mi esposa, pues tengo que confesarle que no es la única mujer en mi vida, confieso que después de ella, me he vuelto a enamorar perdidamente, no una, sino dos veces más... ¡Sí lo confieso! Confieso que la sonrisa de una y la ternura de otra, la inteligencia de una y la picardía de la otra y definitivamente la belleza de ambas me cautivan cada día más. 

Confieso, que muchas veces no me importaría el no comer con tal de que ellas coman, confieso que cuando una de ellas se enferma daría todo por ser yo el de la fiebre, confieso que cuando ellas están felices daría todo para que su alegría se multiplique y confieso que daría mi vida por cualquiera de ellas. ¿Cómo no enamorarme? Pues, una me ha enseñado que la vida es simple, la otra me enseño que cuando hay música se baila, una me enseñó que si tengo ganas de correr se corre sin importar mi vestimenta, la otra me enseñó que toda persona es un potencial compañero de juego y que el helado es mejor cuando se comparte, la otra me enseñó que mirar la luna y las estrellas puede ser algo asombroso y que cualquier dibujo es hermoso cuando se le añade un poco de color y ambas a diario me enseñan a depender de nuestro Papá Dios, pues al igual que cualquier buen padre, Él acude a un simple llamado de sus hijos. 

¡Las Amo! Pero este amor es sumamente diferente, porque no le ha quitado el privilegiado lugar que mi esposa tiene en mi corazón, más bien me ha hecho dar cuenta que tengo la capacidad de amarla cada vez más, al amarlas más a ellas, pues estas mujercitas son el fruto de nuestro amor, y si bien han estado en su pansita 9 meses, a mí me parece que se formaron en su corazón, ya no puedo ni quiero imaginármelas a la una sin la otra. Cada beso que les doy es como darle un beso a una parte de ella, de mi esposa. Confieso que amo muchísimo a mi familia, mi esposa y mis hijas son el mejor regalo que jamás he podido soñar y pedir. Confieso que no hay día que no agradezca a Dios por tanta bendición.

También confieso que tengo la bendición de trabajar en una institución que busca mejorar la salud y la educación de la niñez en Bolivia, World Vision es una institución que fomenta la ternura en la familia, e incide en la sociedad para tener bien protegidos a los niños. 

Pero también confieso que me asusta que sea una ONG la encargada de capacitar a muchos padres de familia sobre cómo abrazar, consolar, ser tiernos con sus hijos y como protegerlos.

Confieso que me perturba el ver que las cifras de violencia en la familia son crecientes y que el principal violentador es el Padre. Confieso que me molesta la pasividad de muchos padres al asumir solamente su rol de proveedor del sustento económico a la casa. Pues, cuando Dios le ha asignado el rol de proveedor, se refería a ser el proveedor de la ternura, la protección y principalmente el amor en la familia.

En este día del padre confieso que nuestras sociedades más que nunca, necesitan el compromiso de los padres de familia. Las familias necesitan que se levante un ejército de GUARDIANES que estén dispuestos a cumplir a cabalidad el rol privilegiado que Dios nos ha dado.

Mi oración es para que esto se logre, que Dios sea el que entre en cada corazón de los padres en Bolivia para que desde ahí nos haga entender el rol fundamental que tenemos. Oro y doy gracias por esos padres que han entendido a cabalidad su rol y lo cumplen con valentía y ahínco. Oro por cada una de esas valientes madres que por falta de compromiso del padre han asumido un rol que desde el principio no les correspondía. Oro por cada uno de los esfuerzos que se realizan desde el gobierno e instituciones, para que cada iniciativa tenga mayor impacto que el proyectado. Agradezco a Dios por World Vision, pues a través de su trabajo se motiva a que más padres de familia conformen ese ejército de GUARDIANES, tiernos y protectores que los hijos necesitan. Y finalmente mi oración es para que Dios siempre nos guie.

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Mirko Tedesqui es administrador de empresas con una maestría en MKT. Actualmente es Coordinador de Fe y Desarrollo de World Vision Bolivia.

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