14 de junio (Mané Montalvo, especial para Urgentebo).- Hubo esta noche dos partidos en la jornada inaugural de la Copa América en el Morumbí de São Paulo. Fueron dos encuentros distintos que Neymar, con el tobillo fracturado, vio por la televisión esta noche, así como toda Bolivia y un visible grupo de residentes bolivianos que asistieron al hermoso estadio del SPFC.
Un primer partido, donde la Verde-Amarela, hoy vestida de blanco por primera vez en competiciones oficiales desde el 16 de julio de 1950 (el día del “Maracanazo” frente a Uruguay), salió abucheada por la hinchada.
Un segundo partido donde un error infantil de Saucedo (muy similar a la mano de Sissoko frente a Salah en el minuto 3 de la Champions), generó un penal señalado por el VAR. El árbitro argentino Pitana en principio no cobró la jugada. De ahí para adelante, Bolivia se desmoronó y demostró que con la plantilla actual que llevó Villegas no tiene “Plan B” para jugar de mediocampo para adelante. Algo que detallaremos en este análisis.
Luego de la ceremonia de apertura y los himnos, arrancó el primer tiempo. Brasil llegó en ocho oportunidades. Mucha presión, pero mucha mayor presión de los 65,000 hinchas brasileños que abuchearon a su selección al terminar el primer tiempo. Está claro que la herida del 1-7 del Minerão en el Mundial 2014 sigue fresca, y que la Torcida estará muy exigente en este torneo. Hasta entonces el 5-4-1 de Villegas funcionó relativamente bien, fuera de una pifia de Lampe y otra de la zaga. Ese 0-0 para la Verde era hasta entonces un resultado más que honorable y que encima le daba un punto de oro con Brasil para pensar en un pase a Cuartos de Final como se logró la última vez en la Copa América Chile 2015, mediando una victoria en dos encuentros restantes del grupo A.
El segundo tiempo empezó como una copia fiel del original y tal como sucedió en la final de la Champions, al segundo minuto una jugada de Coutinho que pega en la mano de Saucedo genera el cobro de penal por aplicación del VAR. Aparentemente en la discusión con la mesa del VAR, el árbitro argentino argumentó que no correspondía la pena máxima, pero las nuevas reglas del fútbol dan un poder casi ilimitado a este nuevo sistema de pantallas y veedores.
Concretado el gol, Bolivia se desmoronó. El doblete de Coutinho llegó luego de un desentendimiento defensivo (el 7 de Brasil entró desde fuera del área a cabecear sin marca alguna). Con el 2-0 a favor, el DT Tité decidió dos cambios para dar mayor volumen ofensivo a Brasil. Entraron Williams y Everton (conocido como “cebollinha” del Gremio y uno de los pocos seleccionados que juegan en el Brasilerão). En el minuto 85 precisamente, Everton marca un gol extraordinario de esos que caracterizan al Pentacampeón del mundo. De ahí para adelante a esperar el pitazo final.
Preocupa enormemente que Villegas haya apostado en los amistosos previos y ahora en Copa América a un equipo cuyo único oficio es defender. El esquema que el DT quiere marcar es una suerte de “Catenaccio” que no acaba de cuajar y encima deja de servir al llegar el primer gol. Villegas no ha llevado a Brasil volantes de creación ni volantes ofensivos. Jhasmani Campos, Rudy Cardozo o el “Conejo” Arce son jugadores totalmente vigentes que no tienen la edad del “Caballo” Saucedo (máximo goleador boliviano, dejado fuera de la nómina de la Copa América por capricho personal de Villegas) pero que dan volumen ofensivo a sus equipos y a la Selección, fueron excluidos fuera de manera inexplicable, casi grosera, probablemente con el mismo sesgo que pesó en el caso del Caballo (porque eso del “Recambio” obviamente es una excusa grosera en competiciones internacionales).
Es cierto que Bolivia no tiene ni de lejos las opciones de ataque en la banca que tiene Brasil las que hoy Tité manejó a voluntad. Pero es por eso aún más inaudito que el DT boliviano haya llevado a Francia y a la Copa América una plantilla de jugadores que sólo pueden atinar a “no perder” en el mejor de los casos. El retiro de jugadores del nivel de Ronald Raldes o anteriormente de Pablo Escóbar, comienza a notarse seriamente en términos de falta de liderazgo en el camerino y la cancha.
¿Qué equipo va a parar frente a Perú o Venezuela? ¿Bolivia va a entrar a “no perder” frente a dos selecciones que desde finales de la década de los 70 siempre fueron consideradas como pares o incluso selecciones inferiores a la Verde?
Bolivia lleva hasta ahora cuatro partidos seguidos sin marcar un solo gol y los dos últimos tantos fueron marcados frente a Nicaragua en marzo, país de la Concacaf, donde el nivel de fútbol es de lejos muchísimo menos competitivo que la Conmebol.
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