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Tras conocerse los primero dos casos, la población boliviana entró en una, en lo que muchos llamaron, psicosis, puesto que en el caso del departamento cruceño la infectada tuvo que sufrir un viacrusis para poder recibir atención médica en un centro de salud.
Entre tanto, el presidente del Colegio Médico de Bolivia, Cleto Cáceres, coincidió con su colega de Cochabamba y afirmó que “a nivel Ministerio (de Salud) hay un silencio administrativo”.
Consultado sobre dónde fueron destinados esas donaciones, el Salud, Aníbal Cruz, señaló que esos artículos de bioseguridad están siendo repartidas equitativamente a los centros de salud del país, dando prioridad a los que más lo necesitan.
Los médicos de diferentes regiones exigen a las autoridades la dotación de material de bioseguridad para cumplir con sus funciones sin correr el riesgo de contagio.
El ministro expresó que todos quisiéramos que la cuarentena total termine a fin de mes, pero no es posibles porque la realidad es que aún no existe cura para el COVID-19 y lo que queda es seguir enfrentando a esa enfermedad con solidaridad, humildad y sobre todo disciplina.
Claudia Cardozo Martínez, representante Fundación Hivos, entregó una donación de $us 300.000 en campañas de comunicación, adquisición de material de bioseguridad, equipos e insumos de laboratorio y con kits de diagnóstico.
El viceministro de Coordinación y Gestión Gubernamental, Israel Alanoca, explicó que la disposición fue asumida porque el pago de los beneficios se programó solo para los bolivianos que viven en el país y no así para los compatriotas que regresaron a Bolivia desde el exterior.
El oficial indicó que adicionalmente fueron desplegados guardias municipales a las zonas de Sopocachi, la avenida Arce, Achumani y Obrajes con la misma finalidad de controlar que se acate la cuarentena.
Campos acusó a la Policía de ingresar a su región sin contar con un plan e incumpliendo los protocolos sanitarios. Según la munícipe, los pobladores estuvieron cumpliendo con la cuarentena y las restricciones.
