Apolo se encuentra a 430 km de la sede de gobierno. A 17 horas de viaje por carretera. En tiempos de lluvia, el viaje es una odisea. No contamos con un aeropuerto operable hasta el momento. La crisis económica asfixia a Apolo.
¿Cuál es nuestra alternativa de desarrollo? ¿Qué deben hacer los apoleños para salir de la crisis? Pues primero veamos qué nos impide desarrollarnos por La Paz.
Por la distancia, estamos imposibilitados de llevar nuestra producción a la sede de gobierno. Se encarece los productos por el transporte y no somos competitivos en ese mercado porque a La Paz cada día llega más de 70 toneladas de verduras de Arequipa. Llevan de Cochabamba y de los valles paceños de Río Abajo. Nuestra escasa producción no cubriría el mercado paceño.
Paradójicamente, hoy recibimos verduras y hortalizas de La Paz en Apolo. ¿Por qué? Porque es más barata. Cada día los comerciantes transportan desde la sede de gobierno cajones de tomates, papa, habas, zanahorias, etc.
Sin embargo, Apolo está a solo 120 km de distancia del Perú. Principalmente por la frontera San Fermín y otra más corta por Pelechuco y Ulla Ulla. ¿Qué implica esto? Que Apolo debe mirar su integración comercial hacia el Perú.
Para esto proponemos dos carreteras que se deben abrir: Apolo-Azariamas-San Fermín y Apolo-Santa Cruz del Valle Ameno-Pelechuco. Actualmente con una pésima carretera de Apolo a Azariamas se llega en 3 horas en taxi. Esto se reduciría a solo 2 o menos por un excelente camino. Esta propuesta ha sido debatida en varia asambleas y la mayoría de las comunidades de estos sectores aprueban la misma.
De Azariamas a San Fermín se calcula que con una buena carretera llegaríamos en 3 a 4 horas. Es decir que desde Apolo, estaríamos en 6 a 8 horas máximo en el Perú y no la travesía a La Paz que son 17 horas promedio. Salvo algunas excepciones se llega en 13 horas.
Todas las fronteras del país tienen vida. Veamos por el noroeste, Puerto Suárez con Brasil; en el sur, Bermejo, Villazón, Yacuiba con Argentina. Oruro con Iquique Chile. Ni hablar con el Perú por Copacabana, Desaguadero y Puerto Acosta.
De hecho, Pelechuco que es la capital de la segunda sección de la provincia Franz Tamayo, hace años por Antaquilla y Suchez acuden a la feria de Chejepampa que es frontera con el Perú. El movimiento comercial siempre fue fluido por Cojata y Huancasaya, ambos pueblos peruanos que también realizan ferias con sus pares de Bolivia.
Lo que nos falta consolidar es Apolo. Capital de la provincia Franz Tamayo está que se muere. No tenemos un Gobierno Municipal Productivo, no hay incentivo a la producción, los pocos productores no saben dónde vender su escasa producción. La coca está siendo exterminada por la erradicación contrariamente de lo que pasa con el Chapare, la plaga de la Roya destruyó la producción del café, entre otros males de la pésima carretera y sin aeropuerto.
Abrir esas dos carreteras es nuestra opción de desarrollo porque al frente de San Fermín están poblaciones desarrolladas del Perú como San Antonio, San Rafael, Macusani, Ananea, Placa, del departamento de Puno de la hermana República.
Esas poblaciones son nuestro mercado de exportación inicial para sacar de Apolo, ganadería, producción agrícola e incentivar el turismo. Con seguridad que entraría mercadería del Perú, como entra por Chile y otras regiones fronterizas. ¿Por qué no por la nuestra?
Y muchos se preguntarán, pero la seguridad está en peligro. Y yo pregunto, ¿qué frontera del país está segura? Es de conocimiento público los hechos que vivimos recientemente. Ya sabremos cómo cuidarnos, pero no podemos dejar que Apolo con tanta historia y riqueza natural se muera como se está muriendo.
La gente joven de Apolo migra a Brasil, Argentina y Chile fundamentalmente en busca de trabajo porque no encuentra en su tierra. Si los apoleños no velan por su desarrollo, ya saben que hace 326 años estamos postergados.
(*) Edgar Toro Lanza, es periodista. Director de Radio Apolo Bolivia y el periódico APOLO XXI.