La Paz, 15 de julio (Urgentebo.com).- El colosal edificio de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), símbolo de un proceso integracionista que buscaba el fortalecimiento del diálogo político, reforzar la integración suramericana y la participación de los 12 países miembros en el escenario internacional, tiene sus días contados.
A partir del segundo semestre del 2019 se convertirá en la Universidad Intercultural de las Nacionalidades y Pueblo Indígenas Amawtay Wasi (casa de conocimientos ancestrales o casa de la sabiduría).
Ecuador tramita ante la Secretaría de la Unasur la devolución del edificio ubicado en la ciudad Mitad del Mundo, a 12 kilómetros de Quito –la capital ecuatoriana– y que bajo el gobierno del expresidente Rafael Correa (2007-2017) se construyó exclusivamente para el organismo regional por un costo de 43,5 millones de dólares.
El edificio fue inaugurado fastuosamente en el 2014, con la presencia de los presidentes de Argentina, Bolivia, Colombia, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela. “Esta nueva infraestructura es el sueño de héroes y heroínas de los países miembros de Unasur. Vamos con ustedes, Suramérica, a la segunda y definitiva independencia”, dijo Correa en su discurso inaugural.
Bajo el compromiso de convertir a Ecuador en la “capital de la unidad de América del Sur” y con el optimismo de lograr el desarrollo social y humano con equidad e inclusión para erradicar la pobreza y superar las desigualdades en la región, se lograba un sueño del bloque de los gobiernos autodenominados “progresistas” que impulsó el desaparecido Hugo Chávez.
Según dijo el presidente Lenín Moreno, el edificio “ya no sirve para lo que fue concebido”. Destacó, sin embargo, que la sede de la secretaría general será trasladada a otro sitio, porque considera “que en algún momento resurgirá”.
En un recorrido que realizó EL TIEMPO por la construcción de 20 mil metros se sintió el nerviosismo de decenas de empleados, nacionales y extranjeros que aún asisten y desconocen su futuro laboral.
Estudiantes y turistas visitan a diario el edificio y algunos compran recuerdos del emblemático lugar en el que todavía funciona activamente la biblioteca Gabriel García Márquez. “La actividad no ha sufrido ningún cambio a raíz del anuncio del presidente Moreno”, asegura Liset Lantigua, encargada de este espacio público en el que, según ella, todavía hay un alto flujo de usuarios.
Vía EL TIEMPO