Charquini se ha convertido en los últimos meses en la revelación turística de La Paz. El destino está ubicado a solo hora y media de la ciudad de La Paz y todos sus visitantes quedan impresionados con las imágenes mágicas que la naturaleza les regala.
Ubicado a 5.390 metros sobre el nivel del mar y parte del municipio de El Alto, Charquini regala imágenes espectaculares. Para muchos turistas, este sitio se convirtió en el reto a vencer, es decir, subir por su nevado y apreciar la inmensidad de la naturaleza.
Precisamente por la belleza y el carácter único del lugar, las autoridades de la gobernación de La Paz decidieron aplicar controles para reducir al máximo el ingreso de los visitantes, pues un mayor peso del permitido puede provocar el colapso.
El director de la Agencia Municipal de Turismo, Javier Vera, explico que la afluencia a Charquini se incrementó desde septiembre de 2020, luego que se flexibilizara la cuarentena sanitaria. El 6 de agosto reciente ingresaron hasta el lugar mil personas y en anteriores semanas no bajaron de 600. Sin embargo, el atractivo tiene una capacidad de soportar un máximo de 60 personas por día.
En Charquini también hay una laguna que fue bautizada Esmeralda por el color de sus aguas. Allí se logran hermosas imágenes, porque entre el café de las piedras y el manto blanco de la nieve, la esmeralda brillante opaca al cielo que con suerte estará azulado y despejado.
Tras un accidente ocurrido hace un par de semanas en Charquini, que terminó con la vida de un visitante, la Gobernación de La Paz suspendió las operaciones turísticas en el glaciar. El objetivo es establecer condiciones de seguridad, protección y prevención para reanudar las visitas turísticas.
div class="media media-element-container media-default">“Sí se puede visitar, pero alrededor de la laguna; ese atractivo es como una joya. Es decir, la puedes mirar, admirar, pero no la puedes tocar. No se puede ir al glaciar, no se puede ir a los bordes, no puedes nadar, nada; cualquier intervención está prohibida en el área”, dijeron los expertos. Así que Charquini es solo para apreciarla.
El artículo fue publicado en la edición 114 de la Revista Oxígeno