03 de marzo (Revista Buen Vivir Digital).- La infección por el virus del dengue causa un espectro muy amplio de manifestaciones clínicas, las más usuales son la fiebre, sarpullido, dolores musculares, malestar general y también puede ocurrir con vómitos, diarrea, dolor de estómago y sangrados. Además, se ha observado la presencia del síndrome hemofagocítico asociado a la infección.
El pediatra especialista en infectología infantil, Carlos Paz Román, pudo advertir que, algunos de los pacientes con dengue grave en el hospital del Niño Mario Ortiz han presentado el síndrome hemofagocítico, también conocido como linfohistiocitosis hemofagocítica, que se caracteriza por una respuesta exacerbada del sistema inmune a un agente infeccioso, que provoca una hiperinflamación incontrolable y desmesurada en el organismo.
Algo similar a lo ocurrido con el Covid-19 que, tras la infección, se presentaba en los niños el síndrome inflamatorio multisistémico.
“Hemos reportado estos casos y alertado a nuestros colegas sobre los cuadros de hiperinflamación, para que se puedan discernir y atender oportunamente”, dijo Paz Román, a tiempo de explicar que esta condición se manifiesta luego de la fase aguda, después del tercer o cuarto día de la infección, cuando aparentemente el paciente está recuperando.
Dijo que los niños que mantienen la fiebre más de cinco días, son los de mayor sospecha de sufrir el síndrome hemofagocítico. Señaló que del 30% al 70% de los menores de edad que fallecen con dengue hemorrágico pueden haber tenido esta clase de alteración que provoca una falla multiorgánica. El especialista observó esta situación en algunos decesos pediátricos en Santa Cruz, como también coinfección del dengue con covid, coqueluche, influenza u otra.
A mayor detalle, el pediatra especialista expuso que esta manifestación hiperinflamatoria es parecida a las enfermedades de tipo autoinmune como lupus, es decir, las células de defensa atacan al propio organismo creyendo que éste es el virus del dengue.
"El síndrome hemofagocítico se trata de una entidad a menudo infradiagnosticada, por lo que disponer de cifras que representen la realidad es un reto ambicioso", puntualiza el infectólogo Paz Román, quien encabeza los estudios e investigaciones sobre esta manifestación, secuenciando el virus para saber de dónde viene o si es algo nuevo; así poder ayudar mejor y evitar próximas muertes.
Existen criterios para diagnosticar dicho síndrome en los niños con síntomas de alarma por dengue: fiebre extendida, hepatoesplenomegalia (hígado o bazo agrandado), anemia, plaquetas bajas, triglicéridos aumentados, citopenias, trombopenia, ferritina elevada (cantidad de hierro en la sangre), entre otros.
En esta etapa, el paracetamol y rehidratación ya no son suficientes para sostener el dengue, pues se necesita otro tipo de medicación para proteger los órganos vitales y evitar la falla multiorgánica que provoca la muerte.
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