Madrid, 16 de julio (20 minutos).- Después de ganar la Copa del Mundo de la FIFA en el Mundial de Qatar hace apenas unos meses, podría decirse de Leo Messi que completó el juego, que nada más le queda ya por hacer. Y es cierto, porque ha ganado todo lo que un futbolista profesional de élite puede soñar con ganar, y por eso puede elegir un destino más exótico como Miami para poner el broche de oro a su carrera mientras aún se divierte jugando y facilita la vida a su familia.
Sin embargo, parece que ni siquiera su prejubilación va a ser tranquila. Salvando la Europa League, que no puede considerarse un trofeo de primerísima línea, y la década que lleva sin ganar una Champions, cuenta en su palmarés con al menos una muestra de todos los trofeos posibles, quitando la extinta Copa Confederaciones. Literalmente no tiene opción a ganar nada más que una MLS, aunque se antoja complicado sabiendo que el Inter de Miami finalizó último la pasada campaña en Estados Unidos.
Pero, ¿qué opciones tiene Messi a nivel continental en EEUU? Es en esa pregunta donde una vez más queda claro el impacto mediático y social que ha tenido la llegada del '10' a Miami. Por supuesto, si logra clasificar podría participar en la llamada 'Concachampions', la Liga de Campeones de Norteamérica, pero ahora se le ha abierto otra puerta que podría acercarle aún más si es que es posible a la gloria eterna.
La Copa Libertadores, el torneo de clubes más prestigioso de todo el continente americano aunque abarque únicamente Sudamérica, es quizá el trofeo de más lustre que nunca ha estado al alcance de Messi. En su condición de argentino, latino, e ídolo de masas del fútbol sudamericano, sería casi un sacrilegio que no ganase la Copa, o al menos que no participase en alguna de sus ediciones.
Por eso, aprovechando la omnipresencia de su mediática figura, CONCACAF y CONMEBOL han decidido iniciar negociaciones que permitan a equipos estadounidenses, mexicanos y del resto del subcontinente unirse a la Champions sudamericana, de modo que ya en 2024 esos equipos del hemisferio norte podrían hacer acto de presencia en el certamen.
De este modo, ambas confederaciones se beneficiarían del regreso de Messi al continente que le vio nacer, el que ambas comparten a pesar de la distancia. Y, de paso, honrarían al mejor de todos los tiempos del fútbol americano, y le brindarían la oportunidad de unirse a una ilustre lista de apenas 11 jugadores ganadores de Champions y de Libertadores en su carrera.
Entre ellos aparecen estrellas como Ronaldinho, Cafú, Dida o Tévez, además de su ex-compañero y amigo Neymar, por lo que Messi estaría encantado de poder emularles. Aun así, habría algo que no podría igualar, el récord de 'Ronnie', capaz de haber ganado Copa América, Mundial, Champions, Libertadores, Copa Confederaciones y Balón de Oro. Si cambiamos la Confederaciones por la Finalissima, solo faltaría la Libertadores.
Para ello, eso sí, deberá reflotar a un Inter de Miami que está lejos de ser competitivo en la MLS. O quizá podrían invitarle a jugar, todo por disfrutar de 'La Pulga' antes de su retirada. Lo que es seguro es que ninguna de las dos entidades rectoras del fútbol americano dejará pasar una oportunidad de oro como esta.
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