El corazón, el estómago, el cerebro, el hígado, el riñón, la piel y los pulmones presentan a corto y largo plazo secuelas por la ingesta de alcohol. Este hábito, considerado como un vicio y que es muy dañino para la salud, también tiene efectos psicológicos y económicos.
En conmemoración al “Día Mundial Sin Alcohol”, este 15 de noviembre, los servicios departamentales de salud promueven actividades para concienciar a la población sobre las graves consecuencias en la salud física y metal, que genera el consumo problemático de alcohol y el consumo de drogas.
Según la Organización Mundial de Salud (OMS) cada persona consume una media de 8,9 litros de alcohol al año en Bolivia. El país ocupa el tercer puesto en América Latina, por debajo de Chile y Argentina.
El médico general Andrés Ramírez, afirma que el alcohol es terriblemente perjudicial. Al margen de las secuelas en el organismo, es la primera causa de los accidentes de tránsito, que además es la octava causa de muerte en el mundo.
Ramírez explicó que cuando se bebe en exceso, más de una copa, causa erosiones en la mucosa del estómago producidas por el etanol, principal componente del alcohol. “El ardor estomacal será mayor si se mezclan diferentes bebidas, ya que la irritación gástrica se debe a todos los componentes bebidos. Eso para comenzar.”, alertó.
Cuando el alcohol llega a la sangre se produce una disminución de los azúcares presentes en la circulación, lo que provoca una sensación de debilidad y agotamiento físico; progresivamente va dañando órganos y la función de músculos, arterias y tejidos que a largo plazo originan enfermedades graves en el hígado y corazón, que incluso pueden causar cáncer.
En general, la cantidad de alcohol consumida y la frecuencia determina el riesgo y la gravedad de la lesión del hígado, y ocasiona la cirrosis hepática.
Para el psicólogo Percy Bolaño, el consumo excesivo de bebidas alcohólicas genera adicciones, pero también depresión, ansiedad y desórdenes mentales.
“El consumo abusivo de alcohol hace perder el control sobre las emociones y sentimientos. Tras una breve sensación de bienestar, si se está triste o deprimido, esta situación se agudiza”, explicó Bolaños.
Otro efecto, provoca problemas en las familias, violencia y violaciones. Es que el alcohol dificulta o incluso impide unas relaciones sexuales plenas, provocando impotencia y otras disfunciones asociada; por otro lado, puede hacer perder la razón y el ser humano llega a cometer delitos.
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